Al cabo de dos horas de descanso en compañia de Víctor, me desperté sudando y tenía mucho calor. Me desarropé y al mirar a los lados, ví que Víctor se había quedado dormido. El pobre había estado tanto tiempo cuidando de mí, que ni si quiera se había preocupado por él. Me levanté, pero no podía porque en todo este tiempo Víctor me había agarrado la mano con fuerza. Aparté su mano, Víctor lo notó y se incorporó en un segundo. Me miró y me preguntó cansado:
- Elisabeth,¿ya estas bien?
Yo reconfortada le contesté:
- Si, muchas gracias por haber estado todo este tiempo conmigo y por haberme apoyado tanto- preocupada le pregunté- ¿Estás bien?¿Tienes sueño?
Activo me contestó:
- No ha sido nada mujer solo quería ayudarte. Si, estoy en perfecto estado.
Empezamos a hablar y a conocernos mejor, por lo visto no tiene hermanos y su familia es la que siempre he querido tener, una familia unida y normal. Me puse sentimental al recordar otra vez más aquello que les ocurrió a mis padres en su viaje de negocios pero Víctor me consoló a tiempo. Rapidamente me levanté y los dos juntos nos incorporamos para irnos a las clases. Yo tenía que ir a distintas clases que mis amigos y eso me hizo reflexionar un montón pero al final lo pensé y decidí que tenía que...
ESTÁS LEYENDO
Destinos opuestos
Teen FictionLa historia de una chica que al llegar a la universidad se enfrenta con una serie de problemas incontrolables al contrario que su hermano