Eran las 6:15 de la madrugada estaba durmiendo con mi hermano menor de doce años. Se llama lucke, es rubio de ojos verdes y tiene un buen porte varonil. Para ser tan pequeño es muy listo pero sus notas lo niegan. Hace dos años que mis padres se fueron de viaje de negocios a Transilvania pero el avión que los transportaba calló a la deriva y mis padres fallecieron. Tuve que contarle la verdad a mi hermano de la muerte de nuestros padres.Mi hermano no daba crédito de lo que le decía pero al final me creyó. Desde entonces no es el mismo. Se pasaba las tardes mirando la ventana y sollozando hasta que pude hacerle ver que el mundo era infinito y con muchas oportunidades. El primer año nos quedamos en casa de mi tía porque no podíamos quedarnos dos menores de edad solos en una casa sin estar con un adulto responsable a nuestro cargo. Nada más cumplir los dieciocho años decidí dejar de molestar a mi tía más y me fuí con lucke a nuestra antigua casa. Al terminar el instituto comencé a cuidar de mi lucke mientras que me puse a trabajar de modista en una tienda del pueblo. No me pagaban mucho pero me daba suficiente para pagar los caprichos e lucke y los míos.
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Destinos opuestos
Novela JuvenilLa historia de una chica que al llegar a la universidad se enfrenta con una serie de problemas incontrolables al contrario que su hermano