Todos mis compañeros se habían presentado y justo me tocaba a mi. Estaba muy nerviosa, porque había mucha gente fijandose en mí. Estuve unos segundos callada y mirando al suelo hasta que la profesora, decidió intervenir:
- Andrea, ¿te pasa algo?- me cuestionó algo preocupada.
Yo sin pensármelo dos veces, la contesté que no me ocurría nada y comencé a hablar sobre mí. Estaba muy nerviosa y mis palabras temblaban cada vez más. Pronto me empecé a liar un montón y empecé a tartamudear:
- Em... Pues... Esto... - Derrepente mi voz se paró y de inmediato volví a hablar correctamente.
Mis nervios eran terribles, pero al final me presenté adecuadamente y sin quedar mal delante de todos mis compañeros. Todos mis amigos se preocuparon por mi todo el tiempo y noté sus ánimos correr por mis venas. Noté, que sus fuerzas llenaban de sangre el interior de ellas y que las alimentaban para que yo continuase sin quedarme seca. Al terminar, llegué a mi sitio satisfecha y algo temblorosa por los nervios que había pasado al haberme presentado. Al verme Víctor me cogió de la mano y acarició mi cabeza suavemente. Markc y Christine me dieron ánimos y me felicitaron al ver que había superado uno de mis mayores miedos. Tenía pánico escénico.
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Destinos opuestos
Teen FictionLa historia de una chica que al llegar a la universidad se enfrenta con una serie de problemas incontrolables al contrario que su hermano