arrogante park › kookmin. (terminado)

19.

“Entonces...”
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Jimin llegó con algo de miedo a la cafetería en dónde se habían citado, el recuerdo de aquel día seguía ahí. Se sintió aliviado y feliz al ver al pelinegro en una mesa mientras miraba sus manos.

Se acercó a él con una pequeña sonrisa en su rostro.

— Hola — tomó asiento enfrente del menor.

— Pensé que no llegarías — comentó.

— ¿Por dos minutos tarde? — cuestionó con una sonrisa.

— Te ves espectacular, Jiminie... — halagó.

— Ya lo sé — agarró la carta para pedir algo de beber — ¿Qué vas a ordenar?

— ¿No notas algo en mi cuello? — cuestionó.

Jimin observó al pelinegro y se sorprendió al ver la bufanda que traía, aquella que el mismo tejió hace mucho, especialmente para su confesión.

— Esa... ¿Fue la bufanda que te dí? — preguntó.

— Sí, la guardé y cuidé mucho, también... Hice una para tí pero nunca tuve la oportunidad de dártela — mencionó mientras le entregaba una pequeña caja.

Jimin la sujetó mientras le quitaba el lazo, abrió la caja con nervios y después
sonrió feliz al ver una suave bufanda color rojo carmesí.

— ¿La hiciste tú? — cuestionó tomando la bufanda entre sus manos.

— Sí, ¿Te gusta?

— Me encanta, es muy linda — abrazó la bufanda.

El castaño se colocó la bufanda mientras la sonrisa en su rostro no desaparecía, nunca imaginó que recibiría una linda bufanda hecha por JungKook.

Ambos se la pasaron conversando de lo que habían hecho durante ese tiempo que no se vieron, ambos reían por las anécdotas y cosas triviales de las que hablaban. Lamentablemente llegó el momento de irse, ambos pagaron la cuenta y ahora caminaban por el parque.

— Entonces... — carraspeó un poco.

— ¿Entonces, qué? — cuestionó con una leve risita.

— Somos... ¿Novios? — Habló con un leve sonrojo.

— ¿Novios? ¿Quieres ser mi novio? — soltó una risita.

— Acepto — besó la mejilla del castaño.

— ¿Qué? No te lo pregunté así, solo fue una pregunta — vio los dulce ojitos de menor y soltó un suspiro — Bueno, yo también quiero ser tu novio.

— ¡Prometo que no te arrepentirás! Después voy hacer una propuesta decente, una digna para alguien tan hermoso como tú — abrazó al castaño y dió leves besitos en la mejilla del mayor.

— Dios, eres tan empalagoso — se quejó pero después también abrazó al pelinegro y le empezó a dar muchos besitos.

Ambos se abrazaban y daban castos besos, parecía que estaban peleando por quién era más empalagoso, ambos se cayeron al piso por andar jugando. Jimin estalló en carcajadas y JungKook solo apreció la bella imagen del castaño.

— Lindo...

[🥀]

Jimin estaba sentado en un pequeño sillón mientras JungKook terminaba el cuadro, cada fin de semana se reunían en el taller de pintura de JungKook y Jimin posaba ya que dejó la pintura hace mucho.

JungKook dejó el pincel a un lado antes de mirar al castaño con una sonrisa.

— Jim,  puedes dejar de posar — habló.

El castaño dejó las flores a un lado, se levantó del sillón y corrió hasta donde estaba el pelinegro y se sentó en su regazo.

— ¿Qué pasa, Kookie? — cuestionó.

— ¿No quieres intentar pintar? — preguntó dando un pequeño beso en los belfos del mayor.

— Uh... Yo, no sé — respondió.

— Extraño verte pintar, te veías como un dios cuando pintabas...

— Tengo la belleza de un dios, cariño — sonrió en grande después se levantó y caminó hacia la salida.

JungKook soltó un suspiro pensando que se había enojado y se fue a la habitación a dormir. Porque no hace mucho decidieron vivir juntos, comenzar una etapa juntos.

Grande fue su sorpresa cuando el castaño entró nuevamente al taller pero esta vez con aquel mandil que usaba antes.

— Mi pintura será maravillosa te sorprenderás al ver que mis habilidades de pintura siguen siendo superiores a las tuyas, Kookie — habló con una sonrisa.

— Sigues siendo un pequeño arrogante — mencionó riendo.

Jimin dió un casto beso antes de agarrar un lienzo pequeño, ambos comenzaron a pintar nuevamente y después de casi tres horas, el castaño fue hasta JungKook dando pequeños brinquitos, llegó hasta el y le mostró el cuadro.

— Es lindo, ¿No?

— Wow, tu pintura es muy linda. — opinó — Aunque algo inusual, ¿Una rosa sin espinas?

— Soy yo... Tu has quitado todas las espinas que tenía, también Nam — comentó con una linda sonrisa.

— Está bien tener espinas, Jiminie... No somos perfectos — habló.

— Entonces, yo soy nadie. Yo soy perfecto.

— Hay excepciones — rió.

Ambos se dieron pequeños besos mientras se miraban por pequeños momentos, la fin eran felices ambos.

FIN.

Hola.

Me gustaría aclarar una vaina aquí. 🫵🏻
He leído comentarios de que no les gustó el final y no sé que, 1. con mucho respeto, si no te gustó dejalo así, NO comentes cosas desagradables (ya he borrado varios de esos) para no bloqueaste, 2. Yo no tengo la culpa vv, esto es una ADAPTACIÓN. Se los juro que yo tampoco quería que se quedara con mi jk, pero ajá.

Nada sólo eso. 🫶🏻