Cap. 12

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Pasar los minutos y Perú dejó de tener hipo. Ya no le dolía la cabeza y podía caminar bien.

–Creo que ya podemos buscarlos. –dijo USA.
–Estoy de acuerdo.

Se levantaron de la mesa y los buscaron por todo el salón. Tardaron media hora en encontrarlos, pero lo hicieron.

–Esta es nuestra cuarta pista. –Perú le entregó la pista a México.
–Perfecto. –dijo México. –Para obtener la última pista...
–Tenemos que besarnos ya lo sabemos.
–Sí, pero, además, pueden elegir si quieren besarse aquí donde todos los ven o en una habitación en privado.

Se miraron.

–Privado. –dijeron los dos.
–Bien, siganme.

México los llevó a una habitación qué no habían visto. Ni ellos ni ninguna otra persona.

–Bien, pueden durar el tiempo que deseen besándose, pero tienen que ser mayor a cinco segundos. Además, tienen que conveserme de que en realidad quieren besarse. –los miró. –Aun pueden arrepentirse.
–No, si lo haremos. –dijo USA.
–Esa es la actitud. –sacó su celular. –Pueden hacer el beso como quieran. Lo que importa es que lo hagan.
–Claro. –dijo de forma sarcástica.
–¿Listos?

Se pusieron uno frente al otro.

–El tiempo empieza, ¡Ahora! –el cronómetro empezó a dar.

USA acercó a Perú a sus labios. Perú puso sus manos alrededor del cuello de USA y cerró los ojos. Las manos de USA bajaron a la cintura de Perú.

–Llevan tres segundos.

El beso se puso más apasionado.

–Ya llevan los cinco segundos.

Y como en el tercer capítulo, no le hicieron caso.

–Ah, dije cinco.

Esto era lo que los dos querían. Volverse a besar, volver a sentir sus labios juntos.

–Creo que los dejaré solos.

México salió de la habitación dejando a los dos solos. Perú despeinó el cabello de USA y este reaccionó a lo que estaban haciendo.

–Sorry. –dijo al despegarse para tomar aire.
–¿Por que te disculpas?
–Por besarte más de lo que debí.
–No te preocupes. –se sonrojó. –No besas mal. –USA sonrió.
–Tu tampoco besa mal. –le dijo al oído.
–Ahh, volviendo a lo importante, ¿donde esta México?
–Tal vez afuera, dijo que nos dejaría solos.
–¿T-tan así estábamos? –sonrió nerviosamente.
–No se, parecía que lo disfrutabas. –lo tomó por el mentón. –Así que...

El corazón de Perú se aceleró. Se sonrojó a tal punto que USA lo notó al instante.

–¿Estas nervioso?
–Un poco.
–Why?
–Te diré la verdad aun que sea un poco tonto.
–Te escucho.
–Creo que m-me gustas. Se que no puede ser posible porque nos conocemos desde hace poco, pero...

Fue interrumpido por otro beso de USA. Un dulce beso qué sólo era para que se callara.

–A mi también me gustas, Perú. Me gustas desde el primer momento que te vi.
–Ahh... ¿Por qué no te creo?
–¿Quieres que te lo vuelva a demostrar?
–Creo que si. –USA sonrió pícaramente.

Lo volvió a besar, pero esta vez fueron interrumpidos por alguien.

–¡Chicos!

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Ya se confesaron
qué lindos.

Enamorados por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora