Cap. 11

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Cuando llegaron al balcón, Perú dio gracias a que no le pasó nada. USA solo lo miró enamorado. Perú se veía tierno de ves en cuando y eso le provocaba qué su corazón latiera muy rápido.

–Tenemos que ir a la mes a de bebidas. ¿Recuerdas?
–Ah, sí, vamos.

Se dirigieron adentro a la mesa de bebidas. Había muchas personas entrando y saliendo del salón, estaban todos descontrolados, pero era de esperarse.

–¿Cres qué tengamos que buscar la pista? –dijo Perú mientras se sentaba en una silla.
–I don't know, let's wait.

Perú y USA empezaron a platicar de cualquier cosa, reían de ves en cuando y no prestaban atención a las personas de su alrededor. A los pocos minutos, llegó un camarero de la mesa de bebidas.

–¿Les ofrezco algo?

USA le dio la pista qué habían recogido. El camarero la leyó y se fue por unos momentos. Luego, regresó con dos bebidas.

–Para darles la siguiente pista, tienen que beberse esto.
–Okay. –dijo USA y de un trago se lo tomó todo. –Listo.
–Los dos, mi señor.

Perú miró su bebida.

–¿Tiene alcohol? –preguntó.
–Sí, si tiene señor.
–Lo siento, pero no bebo alcohol.
–Tiene que bebersela para darle la pista.
–Ah, yo me la bebo por ti. –dijo USA.
–No señor, todos los integrantes tienen que tomar el trago. No lo pueden saltar o no hay pista.
–No tienes que hacerlo. Nos podemos salir del juego si no...
–Lo haré.

Agarró el vaso con la bebida y la tomó. Nunca le había gustado el olor, ni sabor del alcohol. Lo acabó todo y dejó el vaso devuelta en la mesa. Hizo una cara de disgusto.

–Ya esta, ¿y la pista? –extendió la mano.

El mesero les entregó la pista y se fue de ahí.

–No tenias que hacerlo.
–¿Es broma? ¡Me trepé a un árbol por este juego! No iba a renunciar por una bebida.
–Tienes razón.
–La tengo.

Comenzó a leer la pista.

Cuarta pista.
Busca a alguien a quien besar,
buscanos y la última pista te hemos
de dar.

–¡¿B-besar?! –dijo Perú. –¿Por qué?
–Los video de la semana inglesa supongo. –dijo USA.

Los dos se miraron y desviaron de inmediato la mirada.

–No tenemos que...
–No me digas que no tenemos que hacerlo si no quiero. *hip* Ya hice muchas cosas que no quería hacer por esta juego. *hip* Así que, si, si te tengo que besar, te besaré. *hip*
–¿Tienes hipo?
–Qué raro, *hip* no importa vámonos. *hip* –se levantó de su silla. –Wow. –se agarró de hombro de USA.
–¿Estas bien? –le agarró la mano.
–Solo fue un mareo y ya. Vamos.

USA se levantó de su silla. Un mareo e hipo, esto era extraño. La bebida era muy fuerte y USA lo sabia. Puede que Perú este ebrio ya qué su cuerpo no tolera mucho el alcohol. No como el de USA.

–Perú.
–Es toh seguro de que quiero hacerlo, USA. *hip* Deberías preguntarte a ti mispo si me quiere besar. *hip*
–No es eso. –se paró frete a él. –La bebida era demasiado fuerte, ¿estas bien?
–Sí, eso creo. Bueno, en realidad *hip* si me duele la cabeza, *hip* pero nadamas.
–Descansa para que se te baje al alcohol. Podemos buscarlos después.
–Bien, pero si no ganamos es tu culpa.
–Con unos minutos tienes, creo.

Se sentaron en una mesa a esperar que a Perú le dejara de doler la cabeza.

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Primera y última vez
qué Perú bebe, de eso
estoy segura.

Enamorados por accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora