capitulo cuatro: "dulce"

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—¿Una cita? —Yen pregunta, lanzando a Robin contra el piso en medio de su entrenamiento.

—Sí. —Chico Bestia sonríe nervioso, observando como el chico de otro planeta se acerca a él. Había estado pensando en hacer algo especial desde que comenzaron a salir. Sólo han pasado unas semanas, pero quiere cambiar un poco la rutina que han estado teniendo. No le molesta sólo estar en la torre con los demás o en las misiones o las pequeñas salidas a la ciudad para ir al Arcade, pero desea hacer algo diferente a lo que haría con sus amigos. —¿Te gustaría?

—¡Por supuesto! —Yen se emociona, acercándose con un enorme brillo en su mirada. —¿Qué haremos? ¿Ir a la ciudad?

Con una sonrisa, Gar niega. —Algo nuevo.

[...]

—¡Esto es asombroso! —desde la ventana de la nave, Yen observa el ancho mar por el que sobrevuelan. —El planeta tierra está lleno de maravillas, como Starfire mencionó.

Yen se estaba acostumbrando a vivir en la tierra, cada día aprendiendo algo nuevo. Ya llevaba algunos meses allí, dándose cuenta de que así sería su nueva vida. Se enfocaba en eso, intentando olvidar su pasado. No tenía caso pensar en eso.

Viendo su reflejo en la ventana, su mente le traiciona, haciendo que un horrible recuerdo pase ante él.

Puede ver la sangre, su ciudad en ruinas, él acercándose.

—¿¡Cómo será el lugar a dónde vamos!? —recomponiendose con una enorme sonrisa, Yen dirige su atención a Chico Bestia.

—Ya lo verás ¡Te va a encantar! —con la misma gran sonrisa y energía, Chico Bestia quiere mantener la sorpresa.

—Si Chico Bestia lo dice, debe ser así. —acercandose hasta quedar a su lado, Yen coloca una mano en el hombro del chico que se había convertido en su pareja.

Chico Bestia era increíble, una persona tan amable. Llegar a la tierra le consiguió más de lo que había imaginado o merecía. Tenía un lugar donde vivir, amigos...

Estaba viviendo como si nada hubiera ocurrido.

—Yen. —sintiendo la mano de Chico Bestia sobre la suya, el alienígena reacciona. —¿Ocurre algo?

Formando una sonrisa, Yen asegura que no pasa nada. Sin embargo, Chico Bestia sabe que algo ocurre detrás de la sonrisa que siempre les da. A veces se quedaba mirando al vacío, como si pensara o recordara algo.

Aún con todo el tiempo que llevaba con ellos, aún no les decía nada sobre él, sobre lo que había ocurrido para que terminara estrellándose en el techo de la torre.

Y eso le deprimia un poco.

[...]

—¡Vamos rápido! —tomados de la mano, Yen arrastra a Chico Bestia por un camino empedrado que termina en la calle principal de la ciudad. Es hermosa, es brillante, es un lugar que se siente diferente y mágico.

Gar corre detrás de Yen con una sonrisa, sosteniendo su mano con fuerza para no separarse.

Les había llevado a una pequeña ciudad costera rodeada de islas para visitar. Había estado planeando algo especial por semanas, pidiendo unos días libres para poder recorrer el lugar y disfrutar de sus playas. Era el primer "descanso" que tomaba en mucho mucho tiempo. Y planeaba disfrutarlo al máximo, ahora acompañado con una persona especial.

[...]

—¿Te está gustando este lugar? —Gar pregunta mientras terminan de cenar. En ese momento estaban en una de las islas, comiendo en un pequeño restaurante en la playa. Recorrieron toda la ciudad principal, asombrandose por cada pequeña cosa. Fue divertido, Gar llenó con miles de fotos la memoria de su cámara. Todas de ellos dos juntos, como las clásicas parejas que salen de viaje. Había sido tan divertido, Gar siempre quiso hacer ese tipo de cosas.

De otro mundo | Chico Bestia [BL] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora