Por fin se había acabado el día escolar, Minho estaba muy agotado, realmente odiaba tener que ir a la universidad, no importaba si era uno de los mejores de su clase, un chico muy inteligente, no le gustaba ir a esa cárcel, solo lo hacía porque sabía que esa era su obligación, de lo contrario no lo haría.
Se encontraba guardando sus cuadernos y lapiceros en su mochila, observando como todos los demás estudiantes salían volando del salón hasta que sintió una dulce voz llamándolo.
―¡Hola, Min!― saludó Felix llegando a su lado.
¿Min?, ¿Qué clase de apodo es ese?.
―Hola, Felix, ¿Ya te vas?― preguntó el mayor, mientras colgaba su mochila en su hombro derecho. El otro chico negó con una sonrisita en su rostro, Minho creyó haber visto un ángel en persona.
―Mi madre salió y se llevó las llaves, así que, tendré que esperar como hasta las 6 de la tarde para poder regresar― al terminar de hablar, soltó una risa contagiando a el Lee mayor.
―Si quieres podemos salir a algún lado para conocernos mejor― opinó Minho, caminando hacia la puerta del salón, la abrió y dejó pasar primero a Lix. Cuando ya estuvieron afuera en el pasillo, el chico respondió un poco nervioso.
―Es la primera vez que alguien me pide algo así― estaba que se desmayaba, pero trató de sonar tranquilo. ―Esta bien, ¿A dónde iremos?― dijo mirando a el otro, ya se estaban acercando a la salida.
―La verdad no lo sé, creo que hay un centro comercial por aquí cerca, quizá podemos ir allí― respondió Minho con la mirada baja.
―Okay―
Continuaron su camino en silencio, aún habían varios estudiantes en los pasillos, cada uno en su propio asunto o así era hasta que comenzaron a acercarse a Felix y a actuar de forma sospechosa.
―Hola, ¿Cómo estás?, eres muy guapo, ¿Te gustaría ser mi pareja?― una chica de pelo naranja se le acercó e intentó agarrar su mano, era muy bonita, pero para nada su tipo.
―No, lo siento― le sonrió amablemente, alejándose un poco, mientras observaba como la chica se quedaba mirando a la nada.
"Que raro", pensó en su cabeza.
Una vez más, otra chica se le acercó y le preguntó casi lo mismo.
―Hey, mucho gusto, mi nombre es Yeojin, ¿Quieres salir conmigo esta tarde?― la chica era más bajita que él y tenía el cabello negro, piel blanca y ojos del mismo color que su cabello.
―No, ya tengo planes, quizá luego― le dió una simple respuesta y ella ya estaba gritando emocionada.
Finalmente, habían llegado a la salida y ahí fue cuando todo se salió de control. Una cantidad absurda de gente se encontraban interrumpiendo su paso, estaban gritando emocionados su nombre una y otra vez.
―¿Qué demonios está pasando aquí?― preguntó en voz alta, aún si poder creer lo que sus ojos veían.
Algunos tenían lapiceros y marcadores en sus manos, gritando que si por favor podía darles su autógrafo, otros no paraban de lanzarle guiños, sonrisas y besos, incluso un chico tiró un objeto por encima de la multitud que voló hasta estrellarse con el pobre Lix.
El pecoso volteó la cara cuando sintió algo impactar con ella, miró el objeto a sus pies y era un peluche de un pollito amarillo con un corazón rosado entre sus brazitos, bastante tierno, pero no lo recogió del suelo, lo dejó ahí, alzando la mirada, nada había cambiado, estaba perdiendo la paciencia.
La multitud se acercaba cada vez más a él, sofocandolo, sentía que iba a explotar, esa gente no lo dejaba en paz, ¿Qué le vieron?, solo es un chico joven de 19 años en una nueva universidad, con 0 amigos y 0 conocimientos sobre la vida, era una locura.
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『𝗔 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗻𝗲𝘃𝗲𝗿 𝘀𝗲𝗲𝗻 𝗯𝗲𝗳𝗼𝗿𝗲』Minlix.
RomanceCuando Minho y Felix estaban por nacer, sus padres decidieron divorciarse por cuestiones de problemas en la relación, cada uno se llevó a un bebé y se encargo de criarlo por su cuenta, sin ayuda del otro, pero no sabían que habían cometido un grave...