Felix se desvío un momento del camino para ir a una tienda de ropa, hace tiempo que no se compraba nada para si mismo, así que, echó un vistazo a las prendas que ahí se encontraban, lo malo es que no se había dado cuenta que perdió a Minho y cuando lo hizo, salió rápidamente de la tienda, buscando al mayor con la mirada.
Sus ojos viajaban por todo el lugar, pero aún no lo hallaba, estaba entrando en pánico. Se calmó y siguió caminando hasta que lo vio a unos metros de él, en el puesto donde anteriormente habían pedido comida, al parecer ya estaba lista la pizza.
Se acercó y lo agarró de los hombros, asustandolo.
―Dios, Lix, casi se me sacas el corazón, ¿Dónde estabas?― dijo, agarrándose el pecho, dramatizando.
―Hey, eres muy dramático y respondiendo a tu pregunta fui a ver una tienda de ropa― respondió sosteniendo la caja de la pizza que el empleado le entregó, era bastante grande y olia muy buen.
Cuando intentaba pagarla, Minho lo detuvo pagando primero. Felix lo miró frunciendo el ceño, no era justo, él pagó el peluche de conejito, su deber era pagar lo que comerían, así le devolvería el favor.
―No hagas esa cara, yo invito hoy― dijo el mayor, observando el puchero que se formó en el rostro del contrario, muy tierno a decir verdad.
―Pero, yo quería pagar la comida, ahora me siento mal, no quiero que gastes tu dinero en mí― dijo, mientras fingía llorar, el otro solo podía reír ante las ocurrencias del pecoso.
―No te preocupes, no me molesta si es que lo voy a gastar en ti― contestó, viendo casi al instante como Lix se sonrojaba, nadie nunca había sido tan amable con él, quizá Minho si era su alma gemela, aunque todavía le faltaba conocerlo mejor.
―Esta bien, pues, gracias―
―Ahora, ¿Qué te parece si vamos a mi casa?― le preguntó Minho, viendo como el menor se sorprendió ante tal pregunta.
―¿A tu casa?, ummm, no lo sé, no quiero molestar a tu familia― respondió el menor, bajando la mirada.
―No, no, no hay problema con eso, mi padre la mayoría del tiempo no está ahí, estaremos solo nosotros dos― devolvió, intentando tranquilizar al chico, pero lo único que logró es que se alterará más, mal interpreto totalmente sus palabras.
―Lo siento, no me apetece ahora mismo― dijo, subiendo la mirada, estaba algo asustado, quería pensar que eso no fue una insinuación muy descarada de su parte.
Le entregó la caja de la pizza y se marchó de ahí sin siquiera despedirse de él, si había algo que lo hacía enojar muchísimo eran ese tipo de insinuaciones, odiaba lo repugnante que podía llegar a ser la gente, claro, no todos, pero si la mayoría, y Felix sabía que llamaba la atención por su belleza, así que, por eso siempre estaba a la defensiva, con cualquier cosa que la otra persona dijera que le pareciera fuera de lo normal, se alejaba y no le volvía a hablar.
Sin mirar atrás, se dirigío a la salida del centro comercial, salió y pidió un taxi para irse a su casa, eran las 4:50 PM, probablemente su madre aún no llegaba, así que, le tocaría esperar dos horas más. Mientras estaba en el vehículo, iba pensando en si hizo lo correcto en dejar a Minho solo en mall, quizá fue una actitud muy inmadura de su parte, en realidad no lo sabía.
Seguía sumergido en sus pensamientos hasta que escuchó la voz del conductor, avisándole que había llegado a su destino, se disculpó por estar distraído y se bajó del auto, no sin antes haberle pagado al joven, se acercó a la puerta de la casa y se sentó en los escalones.
El tiempo paso más rápido de lo que pensaba, o tal vez solo se quedó pensando por largos minutos, su mamá ya había llegado y tenía una expresión de confusión en su rostro, se encontraba sacando las llaves del bolsillo de su pantalón para, posteriormente, colocarla en la cerradura y abrir la puerta.
―¿Como te fue en tu primer día, cariño?― preguntó la mujer, acercándose a su hijo con una sonrisa.
―Excelente, los profesores y mis compañeros fueron muy amables conmigo― respondió con falsa felicidad, en realidad no le había gustado ni un poco su primer día en esa universidad.
―Me alegra, mi amor, ¿Tienes hambre?― dijo una vez entró a la casa, dejó su bolso en la mesa y se dirigió a la cocina en busca de un vaso de agua.
―Si, ¿Qué te parece si cocinamos algo juntos?― opinó el pecoso, acercándose a su madre.
―Ah, pues, me parece perfecto―
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Eran aproximadamente las 10 de la noche y Felix ya se encontraba en su cama intentando dormir, ya que al día siguiente tendría que ir otra vez a la universidad y digo intentando, porque desde hace más de media hora que no podía conciliar el sueño.
Anteriormente, mientras comían, a Felix se le ocurrió la grandiosa idea de preguntarle a su madre si antes de él había estada embarazada de otro bebé, a lo que ella solo bajó la mirada y le respondió tiempo después que si había tenido otro hermano, pero que este murió, no le dio muchos detalles, dejándolo intrigado y con ganas de saber mucho más de su "hermano". Por otra parte, también hablaron un poco de su padre, ese hombre que lo abandonó cuando estaba recién nacido, en realidad, Felix nunca lo ha considerado como su padre, sólo es su progenitor y ya.
Finalmente, después de tanto sobrepensar, el chico se quedó dormido, esperando que mañana sea un día mejor.
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¡Hola!, ¿Cómo están?
Sé que demore mucho en actualizar, lo siento, no me estaba sintiendo bien, además de que ya entre a la escuela y las tareas me tienen ahorcada.
Espero que entiendan, quizá mañana les traiga el siguiente capitulo, por cierto, ahora mismo en mi playlist de Spotify se esta reproduciendo "BLIND SPOT" y tengo que decir que estoy completamente obsesionada con esa canción, es una obra de arte🛐😭
En fin, nos leemos luego, ¡Adiós!.
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『𝗔 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗻𝗲𝘃𝗲𝗿 𝘀𝗲𝗲𝗻 𝗯𝗲𝗳𝗼𝗿𝗲』Minlix.
RomanceCuando Minho y Felix estaban por nacer, sus padres decidieron divorciarse por cuestiones de problemas en la relación, cada uno se llevó a un bebé y se encargo de criarlo por su cuenta, sin ayuda del otro, pero no sabían que habían cometido un grave...