CAPITULO VIII

126 23 8
                                    

-Woooh....es enorme -comentó con sinceridad Hoseok, mirando por la ventanilla de la capilla.

El viaje hacia el Reino dragón había durado tres días, lo que fue algo incómodo si se tenía en cuenta que habían estado juntos en un solo lugar. Habían hecho paradas unas que otras veces para descansar y estirarse, pero igualmente era cansador, al menos para nuestros dos elfos que eran primerizos, ir al reino de Dragones. Apesar de eso, el viaje había valido la pena ahora que observaban tal maravilla.

Estaban en una altura considerable, así que podía observar perfectamente el resplandor de todo el pueblo.

Jimin y Hoseok se habían imaginado toda su vida que aquel reino era un lugar oscuro, salvaje y tenebroso, siendo algo obvio pensar si te dejabas llevar por el aspecto tenebroso de los dragones. Sería lógico, algo que cualquiera podría pensar, pero resultaba todo lo contrario.

El Reino de los Dragones era luminoso, grande, abundante en ríos, mares y lugares de pesca, entre otras maravillas. Y ver a los dragones de todas las clases volando en el cielo le terminaba de dar ese toque magistral

Una maravilla en todo el sentido de la palabra...

-Mi príncipe, como debe saber el reino y nuestro pueblo veneran mucho a los dragones, más a lo que vienen de providencia Japonesas, porque son nuestros antepasados, son un símbolo de fuerza, y poder, y es muy honrado en el Reino-comentó Yoongi distrayendolos del pasaje por un momento-. Los dragones japoneses son nuestros dioses del agua, por eso nuestro Reino es abundante en el área de mercadeo marítimo y pescadería, pero a pesar de eso a raíz de los años se ha integrado los de raza occidentales al reino y aunque los dragones Japoneses siguen siendo los pilares de este mundo nos expandimos a todas nuestras mezclas.

Jimin asintió viendo todo los dragones remontaban el cielo con gran impetu con un brillo en sus ojos.

Esto es fantástico.

-Por eso hay diferentes mezclas -admitió-. También príncipe, debe saber que la mayoría de las personas del Reino dominan solamente el japonés, ya que es nuestra lengua natal y tradicional, igualmente se maneja el Coreano, pero muy escaso por lo que puede ser un limitante en la comunicación.

Jimin asintió sabiendo que eso iba a pasar.

-He mejorado mi japonés -admitió Jimin más para si mismo-. Pero sería bueno repasar un poco y fantástico aprender más de este idioma tan interesante. -aseguró emocionado viendo ahora a Yoongi.

Hoseok meditó, desconocía por completo el idioma, nunca había tomado clases particulares o algo parecido, dudaba ser de utilidad en este reino.

-Y Hoseok tomará clases conmigo por supuesto-decidió rápidamente teJimin contento ahora observando a su mano derecha.

Hoseok sonrió contento, también le parecía emocionante conocer más cosas, aprender de su entorno, de cualquier forma sería ahora como la mano derecha del príncipe, no solo su sirviente corriente, así que quería ser de utilidad.

Namjoon por su parte a pesar de estar en el mismo sitio que Jimin se encontraba separado de él justo al lado de Yoongi sin decir una palabra, solo leyendo un libro de lo que parecía ser poesía. Para ser alguien de carácter fuerte y un tanto tosco, Jimin sabía lo culto que podía llegar hacer Namjoon, claro que lo aplicará así mismo era otra cosas porque a pesar de leer Miles de libros sobre poesía, Jimin estaba seguro que no sabía ser tierno con alguien.

Jimin frunció el ceño, viendo lo irónico que sonaba eso.

Las tropetas sonaron anunciando su llegada.

-Le damos la bienvenida al príncipe Kim Namjoon y, ahora esposo, príncipe del reino también y del Reino aliado, Kim Park Jimin -se anunció

La gente empezó aplaudir y las trompetas de bienvenidas a sonar a unison.

龍 (Tatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora