5 (parte 2/2)

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"Do it, like I was Germany."

En las calles abundaba la cálida soledad, hogares de familias unidas que se juntaban para degustar de un delicioso banquete en compañía de aquellos que aman y, personas que les demuestran el amor que sienten por ellos, de la manera más dulce y natural. Mientras que otras personas tienen que sufrir en silencio, con una botella de alcohol en manos para poder olvidar el sabor amargo de una noticia ingrata.

Su cuerpo se balanceaba de un lado hacia otro, golpeando sus brazos en las paredes y dejando heridas alrededor de estos, las pocas almas que caminaban cerca de él lo miraban con cierta preocupación y pena, en sus mentes quedaba una duda: "¿Qué tantos problemas ha de tener aquel hombre bien vestido para humillarse de esa manera?", una de las cosas más importantes en el status social chino, es tener el valor y la valentía para no permitir ser humillado públicamente, el valor de reprimir todos sus sentimientos para caerle bien a los demás, ¿eso es algo que requiere de valor o cobardía?, ¿es algo que se basa en el ego o la falta de autoestima?
Y es algo que al pasar de los segundos, los minutos, las horas.. nunca comprenderá, el dalo que le debe haber causado a personas inocentes para merecer ese maltrato por parte de único hombre al cuál le brindó tomo su amor, hizo miles de cosas a pesar de tener conocimiento sobre su pasado, sabía que al enamorarse de una bestia despiadada, perdería la poca dignidad que aún mantenía estable.
No deseaba otra cosa más que morir, sus ojos se llenaban de lágrimas al ver como su mente lo traicionaba: haciéndole recordar esos bellos momentos que pudo disfrutar al lado de su actual esposo, las veces en las que corrió bajo la ira del cielo tan solo para consolar a su príncipe. Todas las discusiones con sus padres, las constantes agresiones por parte del japonés, lo amaba y lo sigue amando con toda su alma, pero cree que es momento de dejar en claro quién tiene el derecho a darle fin a esa relación tan afectuosa que gozan desde hace ya más de 10 años.

A lo lejos pudo apreciar su hogar, por las ventanas se veían todas las luces encendidas, su primera suposición fue que aquel hombre estaba en sus cinco sentidos y preparado para recibir los regaños por parte de su esposo, como si fuese un niño pequeño que requiere ser supervisado por alguien responsable. A los niños pequeños se les debe de dar un castigo cuando practican el mal, si se les da un premio cuando realizan acciones favorables hacia desconocidos, ¿por qué no demostrarles que, así como también se cuida una alma inocente, esta puede ser quebrada en miles de pedazos mientras agoniza de dolor?

Su pase hacia el infierno estaba en la profundidad de sus bolsillos, miraba con atención la perilla, unos trozos de madera fina que separaban su triste fantasía con su horrible realidad, ¿sería lo ideal entrar con una amplia sonrisa y fingir que todo está bien mientras que en su mente recuerda como su esposo decidió revolcarse con su enemigo en la cama donde ambos duermen? Mientras que aquel día, China preparaba una sorpresa especial para su amado, habían sufrido una fuerte discusión y temía perderlo por un par de palabras hirientes, ¿eso es justo?


- Lamento que hayas tenido que ver eso, aunque es más lamentable que hayas creído las palabras de esa perra. Creí, por un momento, que tu confianza en mí estaba segura.. Ahora puedo darme cuenta que lo nuestro no fue nada más que un capricho, me apena ver la decepción en tu mirada, pero más decepcionado estoy yo al saber que sigues hablando con Estados, sabiendo que esa zorra me cae mal.. Lo mejor, será dividir nuestros caminos y planear un divorcio, es la mejor opción para ambos. - no deseaba mirarlo a los ojos, su atención estaba centrada en el televisor que estaba frente al sofá, mueble en el cual Japón reposaba mientras sentía los suaves pasos de su esposo acercándose a su lugar, cerrando los ojos mientras esperaba la peor reacción por parte del chino, algo normal entre ambos tortolos.

¿Love? // China x Japón // Violentómetro(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora