El día transcurría, el sol se escondía bajo la sombra de la luna, dejando al planeta bajo las normas de las tinieblas, la señorita meteoróloga anunciaba la llegada de una temible tormenta en la zona sur del país, afectando a las principales ciudades del lugar, probablemente algunas avenidas sufrirían la inevitable pérdida del servicio de luz e inclusive se verían en la obligación de evacuar. Vaya clima de mierda, no es el más adecuado considerando que es primavera, al parecer la contaminación si trae consecuencias notables en la vida diaria.
Ni una sola pista de la ubicación del japonés, pareciese que la tierra se lo hubiese tragado y por el mal sabor lo haya escupido en la cama de su amante, China no es un imbécil al cual pueden mentir con tanta facilidad, solo debe deducir algunas cosas y tendrá respuestas a sus preguntas.
Japón no tiene un círculo social amplio, acaba de tener una clase de desacuerdo con su mejor amigo, ¿en casa de quién podría se podría albergar? Bingo.
Lo que le causaba enojo, es que no podía decir o hacer nada al respecto, porque su ego le prohíbe buscar al japonés y reclamarle, gritarle y golpearlo por humillarlo de tal manera ante sus allegados.Bajo la oscuridad, estaba acostado en el sofá mientras sus ojos miraban hacia el techo, apreciando la belleza del candelabro que cuelga sobre él, imaginando que pasaría sí aquel objeto cayese sobre su delgado cuerpo. Maldito sea el momento en el que ambos enamorados decidieron pintar el techo de su hogar con un tono crema y unas líneas rojizas en los extremos, todo aquello le recuerdo a su amor no correspondido, viéndose en la necesidad de interrumpir su descanso infinito y volver a su mundo real.
Habiendo olvidado un pequeño gran detalle que podría mantenerlo entretenido hasta que el nipón se digne a regresar.Fue hacia la sala, buscando con apuro las bolsas de regalo que horas antes había traído consigo el surcoreano, presentes que Japón veía con deseo y orgullo, ¿qué puede haber dentro de esos inútiles pedazos de papel y cartón que puedan llamar tanto su atención? Exacto, no es algo material comprado por su único mejor amigo, es algo aún más significativo para él.
Cuando finalmente halló el escondite de los obsequios, pudo apreciar a simple vista que aquello era de alto valor.
El suelo estaba lleno de etiquetas Dior, Channel y Louis Vuitton, rotas en miles de pedazos, dejando ver la ira con la que fueron destruidas, odiaba aceptar el hecho de que un maldito europeo pueda ofrecerle mejores cosas a su amado, como si perdonarlo ante tal traición fuese suficiente, mientras lo deja con el corazón partido en pedazos y ganas de quebrarle los brazos.
Botas nuevas, un juego de pulseras y collares, dos sacos y una camisa de mierda, el regalo perfecto para una perra interesada, palabras que describen perfectamente a su marido.— Oh, Corea del Sur, eres un maldito hijo de perra, tú y tu lealtad hacia la mierda de Japón pueden arder en la profundidad del infierno. — no aceptaría presentes de un alemán, ni hoy ni nunca. Tal vez el fin de semana tiene su agenda libre y ocupar ese tiempo para hacerle una linda visita al mejor amigo de su esposo, charlar sobre la vida en sí y lo mierda que pueden ser las personas en las que más confías que siempre velarán por descubrir la verdad. — Y él.. China, eres un completo idiota, ¿cómo pudiste enamorarte de una zorra como Japón? Ay, ay, ay.. Todos son la misma porquería, ¿acaso le he hecho daño a alguien en mis otras vidas y esta es la manera en la que el destino te devuelve tu suerte? — reía a carcajadas, golpeando la pared frente a él, mientras sus nudillos se llenaban de sangre, ensuciando aquella parte donde alguna vez tuvo intimidad con su esposo en un día igual a este.
Lugar donde alguna vez sellaron su amor a base de risas suaves, el sonido constante de gemidos bajos, la necesidad de tenerse el uno al otro mientras dicen lo tanto que se aman, como si fuese una competencia de amor. Dicen que todo lo que tiene un inicio, debe tener un final, ¿ello también aplica en el amor? Las historias deben tener un final feliz o neutro, no uno en el que ambas partes terminen perjudicadas y deseando nunca antes haberse conocido, no podría decir lo mismo del japonés, tratando de recordar los gratos momentos que ambos desperdiciaron juntos, el amor que brotaba de ellos naturalmente, su último deseo en la vida es que todo sea una pesadilla y despierte pronto, con un beso de buenos días y el rostro del japonés acariciando el suyo, preguntándole si es que todo está bien.
Todos somos débiles, no pudiendo contener más sus lágrimas, dejándolas caer por sus mejillas, recorriendo cada parte de ellas y lastimando sus recuerdos, a los segundos pudo escuchar el vago sonido de una perilla moviéndose, alguien trataba de entrar haciendo el menor ruido posible, lástima que la casa fue diseñada especialmente para evitar un robo o algo parecido.
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¿Love? // China x Japón // Violentómetro(?
FanfictionTe amo tanto que me haces odiarte. Y al odiarte, te vuelvo a amar. "¿No me quieres como antes, cariño?" Sexo Lenguaje Vulgar Violencia Chico x chico