¿Love? // China x Japón // Violentómetro(?

9

"El que ama no puede pensar
Todo lo da
El que quiere pretende olvidar
Y nunca llorar."

La habitación era un desastre, no por el desorden, ambos son ordenados y mantienen una buena higiene.
El desastre de estar juntos y sentirse solos, la compañía de la soledad, ¿de qué vale dormir en la misma cama si ni siquiera se miran a los ojos o se desean las buenas noches? Anhelan volver al pasado, aquellos días en los que no dormían al ver una película, acurrucados, demostrando su amor ante la inocencia de la luna, cuando llenaban la habitación con comida rápida porque ninguno de ellos sabía cocinar, cuando debían verse a escondidas porque sus amigos y familiares no aprobaban la relación que mantenían, argumentando que son jóvenes, la idea de casarse no debería deambular en sus mentes, debido a que conlleva una gran responsabilidad, necesitan madurar y ser adultos para demostrar su amor.
Tan solo les bastó 4 meses para tomar el siguiente paso y portar un anillo, un objeto que los identificaría como esposo, propiedad del otro, al fin y al cabo el matrimonio se basa en ello, ¿cierto? Una derivación de la monogamia mal interpretada en la actualidad.

Japón siempre ha tenido el sueño pesado, especialmente cuando se estresa y su cabeza se llena de ideas estúpidas, haciéndola trabajar al doble y, por tanto, llevándola al límite.
China, por otro lado, suele levantarse 2 horas antes del japonés, sin la necesidad de programar una alarma, su cuerpo sabe cuando debe levantarse e iniciar con sus actividades, tal vez guiándose a partir de luz natural proveniente del exterior, sus cortinas son delgadas, casi transparentes, lo que facilita la entrada de iluminación.
Rutina diaria, arreglar su espacio de la cama, ducharse y arreglarse para finalmente colocarse su vestimenta, ello de acuerdo a las actividades que debe realizar durante el día. Es una ocasión especial, así que manos a la obra: una camisa de color crema, pantalón de vestir color negro con detalles dorados y blancos, unos zapatos de cuero negro traídos desde Italia y saco corto de color negro suave, de su cuerpo brotaba el aroma a frutas, no necesita perfumes, goza del privilegio de no sudar a pesar de las altas temperaturas.

Un corto beso en los labios del nipón, quien aún con los ojos cerrados mostró una expresión de desagrado ante la muestra de afecto, creyendo -tal vez- que alguien le juega una broma pesada.
China pudo visualizar el teléfono ajeno sobre el armario, el cuál durante la noche vibraba en repetidas ocasiones, aquel temblorcito que le fastidiaba mientras trataba de dormir, podría ser una emergencia la cual debe de atender. Con delicadeza tomó el aparato entre sus manos, analizando un poco la decoración de este, no ha cambiado desde hace años, no le vendría mal una inspección a fondo mientras sale a tomar aire para despejar su mente, anoche fue complicado para ambos, no es trabajo fácil ser sincero y honesto ante la persona que amas, el ser humano teme la pérdida temporal o definitiva, no se conforma con nada, creyendo tener el poder de controlar el destino a su antojo y alterar el rumbo de sus decisiones erróneas.

"1234"
Magnífico, no hay forma de que alguien pueda descubrir la contraseña. A paso apresurado, sus ágiles dedos buscaban información que pueda ser usada en contra de su amado, pero grata sorpresa con la que fue recibido: había cerrado sesión en sus redes sociales, su historial estaba vacío y los mensajes habían sido eliminados, solo le quedaba una alternativa, la galería, ¿quién se tomaría la molestia de eliminar cada foto y video? Sin siquiera pensar en que nadie es tan estúpido como para tomarse fotos con su amante, cuando sabe que su esposo es consciente del engaño.
Y tal como pudo imaginarlo, nada fuera de lo normal, fotos de gatos, de eventos especiales y un álbum sobre momentos importantes a lo largo de su vida, incluida su boda, haciéndolo llevar una mano hasta su corazón.