Matrimonio Arreglado [KAKASAKU] +18

Capítulo XVI (Primeras Impresiones)

Algo había cambiado desde esa noche, Sakura no podía explicarlo pero si que era cierto que el ambiente en su casa era distinto, aunque había visto pocas veces a sus padres (como es costumbre) le resultaba en ocasiones incomodo estar con ellos después de la última noche que pasaron con Kakashi, no porque los odiara o detestara, sino porque no sabía como reaccionar a la actitud de su padre, retomando las palabras de Kakashi que afirman que al final los padres siguen siendo padres podría explicar la forma en la que Kisazhi la había defendido, quizás, muy en el fondo de él, Sakura era algo más que una herramienta que impulsaría sus negocios.

En las últimas semanas Sakura se había dedicado a estudiar como una verdadera loca, estaba decidida a tomar los exámenes en primavera y el invierno estaba a punto de irse, no quería perderse un año completo cuando ya había convencido a sus padres, no quería arriesgarse a que en ese lapso de tiempo cambiaran de opinión. El tic constante del lapicero de Sakura sonaba por toda la habitación, era común que sus padres se ausentaran días enteros de casa, pero tenía la sensación que de un momento a otro comenzaron a ausentarse mucho más tiempo del que solían hacerlo, tenía la sensación de que algo estaba fuera de lugar.

Golpeó el escritorio con una palma tratando de calmar sus pensamientos, no había tiempo para distracciones pero llevaba buen rato sin pasar la página del grueso libro que estaba leyendo, por algún motivo extraño no podía concentrarse. La ausencia de personas en su casa debía contribuir a su máxima concentración pero parecía hacer todo lo contrario, solo podía pensar en que estaban haciendo los demás y que se traían entre manos sus padres.

— No puedo seguir así — se levantó derrotada del escritorio, era más de media noche pero no quería desperdiciad ni un minuto en actividades como dormir o descansar, no tenía tiempo para eso.

Se apresuró a la cocina, entre sus opciones para beber estaba un vaso de leche caliente pero eso solo la haría relajarse y posiblemente la adormeceria,  optó por un café cargado, aunque lo amargo no era lo suyo.

Se detuvo un momento para beberlo en su comedor, pensó en sus amigos, Naruto había partido ya con Jiraya, parecía bastante tranquilo cuando Sakura le contó todo lo ocurrido, Sasuke era ya todo un experto trabajando para su padre junto con su hermano, Ino que era bastante consentida y querida por sus padres no tuvo impedimentos a la hora de abrir su propia floristería, aunque era más un pasatiempo que un trabajo real, ya que en algún momento heredará de sus padres las obligaciones que mantienen su estilo de vida, aunque se le permitía ser libre por un poco más de tiempo, o quizás, hasta que encuentre un esposo con el que quiera casarse y así compartir dichas obligaciones, porque si, a ella si se le permitió elegir, y en cuanto a Rui, el seguía tan sereno como siempre, parecía que no tenia ataduras y que solo hacía lo que realmente le gustaba, una vida bastante envidiable, siempre fue como un pájaro que vuela sin impedimentos por donde el quiera.

Realmente el tiempo había volado, parecía que fue ayer cuando conoció a todos sus amigos, cuando compartían almuerzo con las chicas de su escuela, cuando se conoció con Naruto y Sasuke, incluso, de aquella noche lluviosa donde conoció a Kakashi.

Termino de beber su café, ya había perdido mucho tiempo soñando despierta.

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Estaba bastante nerviosa, no había hecho nada más que estudiar y estudiar en la medida de lo posible, a pesar de haber dormido muy poco durante un buen tiempo se sentía extasiada y más despierta que nunca. Claro que una chica con dinero como Sakura no tendría problemas para entrar a la universidad de sus sueño, pero Sakura no quería eso, si iba a conseguir ser un buen médico lo haría a base de únicamente su esfuerzo.

A pesar de haber llegado hace un par de días al país de la arena aún no se acostumbraba al calor abrasador que la rodeaba, la primavera era mucho más molesta cuando estas rodeada de solo más que arena y polvo que cuando te cubren los bastos árboles y edificios de Konoha. Comenzaba a extrañar su hogar.