004, La Casa del Árbol

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MARATÓN 2/3





August 

004. La Casa del Árbol

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AUGUST SE APARTÓ DE LA PUERTA Y CAYÓ SOBRE LA CAMA. Se puso boca abajo y gritó en el edredón lo más fuerte que pudo. Se tumbó con la cabeza en el edredón durante un minuto antes de soltar un gemido ahogado. Se dirigió a su armario y los metió dentro, localizando una bolsa que había olvidado traer. La rubia sonrió mientras sacaba la bolsa del armario y la vaciaba sobre la cama. 

En la bolsa había un paquete de seis de garra blanca, una botella grande de Smirnoff ice y un oso. Cogió la botella de Smirnoff y se la guardó en el bolsillo de la sudadera antes de volver a meter todo lo demás en la bolsa y esconderla en el armario.

August se envolvió en una manta azul mientras salía por la ventana por millonésima vez ese día. Sin embargo, esta vez era diferente: no iba a salir por ella para ir a ver a los pescadores, sino simplemente para ir a su casa del árbol. 

La cruzó con seguridad y se sentó inmediatamente. Sacó la bebida de su bolsillo, así como su teléfono. August encendió el teléfono y puso una película de Disney al azar mientras abría la botella. Se puso la botella en los labios y bebió.

Una película más tarde y media botella más tarde, no estaba exactamente borracha, pero estaba lejos de estar sobria por la cerveza y cualquier bebida que hubiera en la petaca de Olivia del papel y ahora esto no estaba nada sobria. 

Era la una de la madrugada y sorprendentemente August no estaba cansada. Hacía media hora que se había recogido el pelo porque le irritaba, le caían trozos enmarcándole la cara. También había abandonado la manta y estaba pensando en quitarse la sudadera. Estaba hirviendo y podía sentir el sudor cubriéndole la cara. 

"A la mierda" Se tiró del jersey por encima de la cabeza sin importarle un carajo. Era una noche calurosa en la playa del primo. 

Siguió bebiéndolo hasta que se le acabaron ¾ partes, entonces lo puso a su lado y puso otra película en su teléfono. August no se dio cuenta de que alguien más entraba en la casa del árbol hasta que levantó la vista y estuvo a punto de llorar.

Soltó un grito y se lanzó hacia atrás, hacia la pared. Su mano estaba sobre su corazón mientras la otra persona reía. "Te odio" 

"Dices eso todos los años" replicó él, cogiendo la botella de August sin preguntarle siquiera si podía tomar un poco. 

Ella entrecerró los ojos, le quitó la botella de los labios y contestó: "Y lo digo en serio todos los años". 

AUGUST, Conrad FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora