𝘙𝘦𝘴𝘰𝘯𝘢𝘯𝘤𝘦 -𝚐𝚛𝚎𝚗𝚗𝚐𝚎𝚌𝚔𝚘

𝘊𝘰𝘯𝘤𝘦𝘤𝘶𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴- 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦 2

Esta historia no es de mi pertenecía Solo la traducción lo es Crédito a Greengecko

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"¿Té, Harry?" Preguntó Dumbledore cuando Harry se recostó con un suspiro cansado.

"Por favor, señor."

"Entonces creo que dejaremos entrar a algunos de los reporteros cuando te hayas animado un poco".

Harry hizo un pequeño ruido de disgusto. Tomó la taza y el platillo que le ofrecían y los sostuvo mientras Dumbledore servía.

"¿Dijiste algo sobre fuegos artificiales?"

"Sí. Para evitar que el Sr. Diggle vuelva a tener problemas con el Ministerio, fue invitado a iniciar sus hechizos aquí en Hogsmeade. Esta noche también habrá una gran fiesta allí".

"¿Por qué se metió en problemas?" Preguntó Harry mientras tomaba un sorbo de su té.

McGonagall se cruzó de brazos. "La última vez, llenó el cielo de Kent con fuegos artificiales mágicos. Afortunadamente, los muggles pensaron que eran estrellas fugaces. Las hordas de búhos que volaban durante el día las recordaban por mucho más tiempo".

Ante la expresión alarmada de Harry, Dumbledore se acercó y dijo: "Es por eso que tenemos a todos los alborotadores aquí esta noche". Luego le guiñó un ojo.
Harry miró alrededor de la ruidosa sala y comentó: "La gente parece bastante feliz".

"Todos menos tú, Potter", comentó Snape sarcásticamente.

Harry le dio una mirada penetrante pero no respondió. No podía negar que sentía como si alguien lo hubiera desarmado y vuelto a armar.

"Vamos, la fama y la fortuna te esperan", continuó Snape.

"Severus," dijo Dumbledore con suave castigo. "Harry ha tenido un día muy largo".

Harry ha tenido seis años muy largos,
pensó Harry.

"El ministro no está aquí", dijo Snape mientras se cruzaba de brazos.

"Un ministro lo es", señaló Dumbledore suavemente.

Obolensky se acercó a Harry. "¿Tienes un archienemigo aquí?" preguntó con una mirada a Snape. Parecía genuinamente divertido.

"Sí", respondió Harry secamente.

"¿Otro pudín, Harry?" preguntó Dumbledore amablemente. "¿O algo más?"

Harry, sintiéndose irritable, miró al director. "¿Puedo unirme a la Orden ahora?" Lo había dicho como una broma, pero se encontró mucho más crudo de lo esperado. Los ojos azules de Dumbledore lo estudiaron de cerca. El instinto de retroceder tiró de él, pero Harry lo superó muy fácilmente por primera vez y mantuvo esa brillante mirada nivelada.

McGonagall intervino alegremente: "Aún no eres mayor de edad, ¿sabes?" Las emociones de Harry se convirtieron en molestia con todos ellos. Apartó la mirada de ellos hacia la habitación. Me vinieron a la mente muchas respuestas ásperas; los suprimió todos asumiendo que se arrepentiría más tarde.

Obolensky empujó su silla hacia atrás. Le dio unas palmaditas en la mano a Harry y dijo: "Creo que se verá mejor por la mañana". Él se paró.

"Realmente debería estar haciendo lo mismo que tu Fudge. ¿Si me disculpas?"

Harry asintió mientras los demás hacían ruidos de ascenso. Cuando el búlgaro se acercó a la mesa de al lado, Dumbledore

dijo: "No me disculparé por protegerte, Harry". Harry fijó su mirada en la habitación mientras la furia lo atravesaba. Esa protección le había costado a Sirius. Si hubiera estado en otro lugar, se habría enfurecido. Habría gritado que si Snape fuera un miembro de la Orden tan útil, él mismo habría matado a Voldemort. Habría señalado que, de todos modos, su protección no había sido tan buena.