Hyunjin está decidido a vivir su primer gran amor y ha escogido a una chica con la cual ha congeniado muy bien en su último semestre de universidad. Las cosas se complican cuando ella decido ir de vacaciones a Australia y Hyunjin ha decidido que la...
—Sé que es extraño, pero estamos cómodos — dijo adormilado, aun con los ojos cerrados volvió abrazar a Felix — Eres como un gatito de peluche — susurro.
—Y tu una gran estrella de mar — susurro dándose por vencido y volviendo a dormirse.
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La segunda vez que Felix despertó solo pudo sentir el agradable olor a hot cakes recién hechos y el olor a miel. Se levantó de la cama encontrándose solo en ella y al correr la cortina que usaban de puerta para el acceso a la cama vio a Hyunjin cocinando mientras hacía unos extraños pasitos de baile.
— ¿Has dormido bien?
—De maravilla, eres muy cómodo — el mayor decidió no hacer la situación incómoda —No te preocupes por lo de anoche, mi hermano duerme sobre mí, tiene seis años y es un sticker toda la noche así que supongo que extrañe el contacto.
—Entiendo. Yo duermo abrazado a la almohada — develo como si quisiera justificar porque casi lo había usado de oso de peluche —Y hueles muy bien, ¿qué perfume usas?
—No uso. — los ojos de Felix se abrieron entre sorprendido y aun somnoliento, paso de largo hasta el baño pero en cierto momento se cruzó con Hyunjin en el angosto pasillo. Sus narices casi chocaban entre si y los ojos negros y castaños luchaban para poder dejar de mirarse — ¿Te gusta el café?
—Lo odio, no me gustan las cosas amargas — Hyunjin sonrió y Felix noto el lunar bajo su ojo —tu lunar es lindo.
—Tus pecas también lo son. Entonces... ¿un poco de té, o leche quizás?
—Leche está bien. Me gusta tibia —Hyunjin alzo la ceja en un tono sugerente —No me refiero a esa leche — le golpeo el hombro mientras el alto reía —Bueno... también, pero...
—Entiendo, entiendo — se carcajeo alejándose del contacto casi intimo —Leche de vaca, no de humano.
— ¡Hyunjin! — le regaño avergonzado.
— ¿Qué tiene de malo? Te gusta lo que te gusta y está bien. Ahora ve a lavarte las manos mientras te preparo la leche, gatito.
—Si esto fuera una película porno, aquel sería un dialogo muy cliché.
—Pues es una fortuna que no lo sea. Ya que de ser así probablemente lo hubiéramos hecho anoche en el pasto —se permitió bromear tratando de disipar la atención porque aunque nadie le creyera él era más virgen que el aceite de oliva —Deja de ponerme esa cara, se enfrían los hot cakes.
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