Hyunjin está decidido a vivir su primer gran amor y ha escogido a una chica con la cual ha congeniado muy bien en su último semestre de universidad. Las cosas se complican cuando ella decido ir de vacaciones a Australia y Hyunjin ha decidido que la...
La canción continuo y cada letras se le enterraba a Hyunjin en el corazón, podía sentir en la voz melancólica del pecoso que algo más estaba pasando, que lo de estos días no eran solo besos experimentales pero él tenía un sentido del honor y la palabras muy arraigados. Había dicho que iba por cierta persona a Australia y quería mantener su promesa pero le rompía el corazón pensar que en posiblemente en algunos días ya no tendría aquella voz, mirada y presencia a su lado. Felix era su ciudad de estrellas.
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Tercera Semana.
Quedaban tres días para llegar a destino. Felix había hablado con Christopher sobre Karina y como alguien pensaba darle una sorpresa para que estuviera enterado y ese día le dieran libre para poder disfrutarlo con Hyunjin.
Tan solo decirlo le revolvía el estómago, desde esa noche en el karaoke que el mayor dormía mas abrazado a él, los acariciaba como si fuera la cosa más delicada y especial del mundo y sus expresivos ojos negros parecían decirle mil cosas que su boca no era capaz de pronunciar y ya no se lo pudo negar más cuando se vio al espejo del baño y encontró un brillo especial en sus ojos castaños.
—Estás enamorado... — susurro a su reflejo — ¿No podías enamorarte de alguien disponible?
Salió del baño encontrándose con Hyunjin cocinando algo que olía delicioso, no supo en que momento había vuelto pues hace como treinta minutos que le había dicho que iría a comprar.
—Espero que te guste la lasaña porque es lo que comeremos — dijo sonriente —Quería hacerte una cena de agradecimiento por todos estos días.
—No era necesario, Hyunjin.
—Claro que lo es. Me has paseado por toda Australia, lo he pasado como nunca en mi vida y además he sido tu modelo de fotografías, así que esto debía coronar con una buena cena.
—Sera extraño hacer el camino de regreso a casa sin ti aquí conmigo — dijo el pecoso sentándose a esperar la cena. Hyunjin había recogido algunas flores silvestres poniéndolas en una botella con agua y había puesto velas.
—Voy a extrañarte también, Yongbokie — se sentó en frente tomando sus manos —Sera extraño no verte todo el día, escucharte hablar de cómo las zanahorias y el pepino son frutas o tu miedo excesivo a los fantasmas — el pecoso sonrió —extrañare todo.
— ¿Al menos ha sido un buen viaje?
—El mejor que pude haber pedido. — El horno eléctrico sonó —Nuestra cena esta lista.
Decir que aquello era delicioso era quedarse corto, Hyunjin tenía talento para las preparaciones saladas, Felix podía dar fe de ello pues estaba a punto de titularse como chef pero aun así encontraba que las preparaciones de Hyunjin tenían un toque especial. Las velas fueran encendidas y de fondo había música lo fi muy relajante, la noche estaba estrellada y el aire cálido. Se encontraban en un jardín botánico lleno de flores, pequeños arroyos y puentes.
