En los cinco minutos que estuve sentado esperando a las tres de la tarde comencé a debatir conmigo mismo si dejarme el cabello suelto era buena idea, no suelo dejarlo al natural siempre debe estar en alguna forma llamativa.
Pero ya era muy tarde como para usar fijador, gel, crema etcétera. Así que solo lo sujete con una liga dejándolo bajo y calmado.
Miré en dirección a mi hermana que seguía viendo la tele fijamente y sin alguna expresión, como si de una muñeca realista de ella se tratase.
Tal vez pueda intentar hablar con ella ahora, antes de que tengamos que pedir permiso para hablar en el juicio.
-Oye... Velvet- ni siquiera volteó sus ojos hacia mí, sus ojos seguían viendo la tele, parece como si fingiera que no estoy, que no existo- Sigues enojada eh - aún nada, decidí sentarme para poder expresarme mejor con ella - Vel, sé que estás molesta y con justa razón, también sé que la razón de tu molestia soy yo pero ¿Crees perdonarme?
Lo único que hizo fue cambiar el canal y tal vez buscar algo de su agrado.
-Velvet, tú sabías que yo no quería hacer esto, o al menos no lastimando trolls y aún así me forsaste a hacerlo... Vel, sé que no soy un completo santo y mucho menos el bueno de esta historia, por un momento yo también fui segado por la ambición, el poder, el dinero, la fama... Pero ése no era yo, traté de ser como tú por priorizar tu felicidad pero ¿dónde estaba la mía? - Velvet fingía no escucharme y mordió sus labios reprimiendo sus palabras -Velvet, hice lo que sentí correcto, y lo menos que esperaba era que nos fueran a meter a prisión, pero es lo justo.
El sonido de el timbre de nuestra mansión sonó dándonos a entender que habían llegado por nosotros.
Me levanté del sofá para codificar la seguridad y abrir la puerta a los oficiales para darles la entrada a nuestra mansión, a penas el portón fue abierto la patrulla se metió en dirección a nosotros.
-Y solo para que lo sepas Velvet, si tú y yo estuviéramos en el lugar de los trollesillos... yo haría exactamente lo mismo que hicieron ellos para rescatarte, pero ¿tú harías lo mismo por mi?
Miré de reojo a mi hermana, pero nada... a esta escala comenzaba a perder la esperanza de arreglar el problema.
Pasaron al rededor de ocho minutos para que las patrullas estuvieran justo en la puerta y la golpearan para que salgamos. Entonces abrí la puerta cediendo el paso.
-¿Espero hallan disfrutado sus últimos momentos aquí, por qué no volverán en un buen tiempo.
Dijo uno de los oficiales caminando en dirección a mi hermana y posteriormente esposarla, ahora la llevaba del brazo y la llevaba a la patrulla, no tardo mucho para que hiciera lo mismo conmigo.
-Oigan, ¿no creen que deban desactivar estas cosas?- les dije apuntando a mi tobillo para que sea visible la tobillera que me pusieron. Uno de los oficiales solo presionó varios controles y las tobilleras y rastreadores dejaron de parpadear la luz roja.
Encendieron la patrulla para ponerla en marcha, antes de dejar la mansión por segunda vez le dí un último vistazo para toparme con Alfred despidiéndose de nosotros con un simple ademán, así que le devolví el gesto. Ahora poniendo mi atención en lo que pueda apreciar del camino.
¿Cómo le hacen para que floten esas letras? Y por qué el piso es una especie de nubes o algodón, hasta ahora me doy cuenta de que tenemos una estructura muy curiosa.
{~✰~}
Llegamos al lugar y al entrar por esa puerta lo primero que vi fueron los trollesillos y a Crispina.
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Remember my n✰me!
Fiksi Penggemarla prisión no duró mucho para el menor de los hermanos, actualmente conocidos cómo "el mayor fraude de Monte Regio" lo dejaron libre tras 7 meses de sentencia por buen comportamiento, si bien aprendió su lección, el joven no perdió su amor por la fa...