💥⏰MY DAD IS A TIME BOMB⏰💥 [Bakudeku]

9. Una mirada al pasado

Muchas gracias por continuar aquí, hoy les traído una pequeña mirada al pasado.

Oh sí, casi olvidó esto:
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Listo, ahora, no olviden comentar y votar, lo amo.

Disfruten de estas 7140 palabras, con cariño y mucho afecto son suyas:
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Los pasillos estaban desolados y en el salón de música Katsuki arrastraba a Izuku al piano, Izuku quien en un sonrojo no pudo negarse, fue obligado a sentarse en el banquillo del piano mientras que Katsuki lo acorralaba escuchando la disonancia de varias teclas siendo tocadas a la vez.

-—Toca—Dijo el rubio.

—Kacchan no puedo—Dijo el peliverde.

—Toca te digo ¿O quieres que te obligué?—Izuku asíntio dándose la vuelta, dándole la espalda a Katsuki para darle el frente a las teclas.

Katsuki se sentó en el piano de cola que estaba cerrado y lo escucho tocar la canción de una película sobre un cadáver o algo asi.

Izuku era bastante talentoso para la música, lastima que no lo notaba y se empeñaba en algo que para Katsuki era inútil viniendo de el.

Una vez la sonata dejo de sonar Katsuki abrió los ojos viendo al tímido Izuku retraído en el banquillo siendo iluminado por la luz del ocaso que se colaba por el ventanal.

Si, aquel peliverde era su confusión, deseaba golpearlo pero su cuerpo no reaccionaba a eso, no deseaba hacerlo.

(. . .)

Katsuki odiaba muchas cosas, una de ellas era Izuku Midoriya, otra de esas cosas era que Izuku Midoriya hablara con Shinso Hitoshi, el pelimorado lo busco esa tarde en el salón para que comieran algo juntos a la hora del almuerzo, más grande fue su sorpresa que al volver Izuku tuviera una corona maltrecha de flores en la cabeza, el gesto fue suficiente para que Katsuki se sintiera tan enojado que deseara matar algo.

Esa tarde después de clases Katsuki encontró denuevo a Izuku tocando la susodicha canción sobre el cadáver o algo así, está vez con la corona de flores en la cabeza y una sonrisa boba.

—Has desafinado—Dijo Katsuki viendo iracundo a Izuku.

—No sabía que estabas aquí Kacchan—Dijo Izuku dejando de tocar.

—¿Quien te dijo que pararas?—La voz de Katsuki extrañamente sonaba normal, sin deje de molestia como siempre, y los sentimientos negativos de Katsuki desaparecieron junto con las notas del piano que escapaban de la sala.

(. . .)

—¿Quieres ir al cine?—Le pregunto a Izuku.

—Me encantaría—Dijo Izuku a Shinso con una agradable sonrisa, Katsuki quien escuchaba la conversación parecía molesto respecto a esta, más al saber que Shinso probablemente confesaría sus emociones.

El no era de esos, a el no le importaba, sin embargo, cuando Izuku tocó el piano esa tarde en la sala de música, Katsuki se escondió detrás de la puerta y la cerro con llave, lanzando las por la ventana y corriendo a buscar un maestro, gracias a ese actuar, Izuku no llego al cine ese día.

(. . .)

Era el día de San Valentín, día en el que las chicas daban regalos a los chicos, más Izuku, al recibir un regalo de Shinso supo que era más por amistad que por amor, una bufanda naranja muy abrigada, un color que a Izuku le gustaba mucho, más por qué ese tiempo era temporada de lluvias y le serviría mucho, Katsuki en su lugar, prefirió dejar el regalo de Izuku sobre el piano. Al llegar esa tarde al salón lo encontró, un tamagotchi que estaba muy de moda, Izuku sonrió dulcemente al ver al pequeño animal, más al ver a Katsuki ingresar con su típica expresión de indiferencia, está vez no se sentó en el piano si no al costado de Izuku viendo fijamente como el pecoso tocaba la misma pieza de siempre.