39. Extra 1

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Mientras caminaba por los rayos del sol miro su mano, solo un momento a través de ella dislumbro el sol y el azul cielo despejado, los rayos se colaban y brillaban y la brisa fresca indicaba que la primavera estaba en su auje y aún así, se preguntaba ¿Cuánto tardaría el invierno para anotarlo con su inclemente fuerza? El no era un gladiador, apenas si había logrado poder graduarse pronto y no podía nisiquiera con sus propios problemas, vio la luz y entrecerró los ojos.

¿Cuando su sol muera, el cielo también se llenará de estrellas entretejidas en ideas de lo que pudo ser?

— ¡Kouta! — Un grito juguetón lo llamo, la volteo a ver rápidamente, caminaba asistida por una enfermera, estaban ahora allí, en el patio del hospital, corrió a tomarla entre brazos y la abrazo, hacia dos semanas no podía verla pues ella había entrado en un fuerte tratamiento, lo notaba, más delgada, más cansada, pálida, marchita y aún así, solo podía ver esa niña juguetona que le sonreía siempre con gracia.

— ¿Cómo vas? —Pregubto inútilmente viendo a su novia, tenía apenas 16 Pero no sabía si por su enfermedad o por alguna cuestión genética se veía muchísimo menor, el por mientras ya tenía respirando le en la nuca sus veintes, había conseguido volverse un héroe, no de renombre, Pero pagaban bien y era feliz de solo ver a aquella niña sonreírle con dulzura.

— Estoy un poco mejor, mi enfermera dijo que no he decaído y el doctor quiere probar un nuevo tratamiento traído de Alemania ¿Puedes creerlo? Escuché por mi papá que iba a ser la primera en Japón en poder usarlo — Kouta acaricio con cariño la cabeza de la niña, siempre que ella hablara mucho sabía que ella estaba bien.

Paso la tarde a su lado, se todos en una banca y ella escuchándolo atentamente, le sonreía con dulzura como ella sola podía hacerlo y le miraba con amor, un amor puro que el sabía solamente ella le podría brindar.

Beso sus mejillas pálidas y frías, acaricio sus delicadas y delgadas manos, y disfruto de la compañía de ella hasta que la enfermera los hizo separarse.

Volvió a su apartamento al poco tiempo y camino por el pasillo lleno de fotos, una que otra en la que estaba ella sonriéndole con amabilidad, aún con un mejor aspecto al actual, otras en las que estaban ambos y una en la que estaba ella con un bebé, no era su hijo, no, era Katsumi, su hermanito pequeño.

Suspiro y escucho el teléfono, se asustó, desde hacía un tiempo le había tenido un terrible miedo al sonido de su teléfono, no por algo en específico si no por un escenario demasiado probable "no lo ha logrado" esas eran las palabras con las que siempre peleaba y aunque el se intentará hacer la idea día tras día le era simplemente imposible pensar en aquella probabilidad.

No podía.

Tomo el teléfono en un suspiro y escucho una voz infantilizada al otro lado.

— ¿Kouta-kun? — Era la voz de Izuku, se sostuvo el pecho y busco fortaleza, la voz de Izuku no sonaba bien, pero hacia un tiempo no sonaba bien de igual forma.

"Recallo" rezaba por qué le dijiera eso y no una cosa peor, busco fortaleza en su ser y contesto.

— ¿Si?

— Supongo que sabes lo del...tratamiento ¿No?

— Hikari me lo menciono, si.

—Se...se ha cancelado.

Un sonido silencioso sonó e fondo, escuchaba la voz de Katsuki pelear con alguien lejos de allí.

— ¿Por qué? — Fue lo único que logro formular.

— Los doctores creen que es...demasiado para ella, hemos hablado y bueno...llegaremos a un acuerdo pronto ¡Lo sé! Pero...solo quería informarte — De hacia un tiempo Izuku le comentaba lo que ella nunca le iba a decir.

💥⏰MY DAD IS A TIME BOMB⏰💥 [Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora