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Papá se fue a su cuarto y yo me fuí al mío, no podía quedarme dormida, me quedé muy sumergida en mis pensamientos acostada en mi cama, mientras veía las gotas de lluvia caer en el ventanal, el ruido que hacían era de lo más relajante, aún así, estaba tan concentrada admirando esa situación que no me dí cuenta cuando el cielo comenzó a aclararse, pasó de ser completamente negro, a ser azul oscuro y luego un azul algo claro, cubierto de nubes, no había mucha luz aún.

Para mi sorpresa, la puerta se abrió sola.
- hola- dijo con voz baja mientras entraba al cuarto con mucho cuidado. - lamento aparecer a esta hora-

- no te preocupes, ¿Que ocurre?- ambas pegamos un salto en el lugar porque en ese momento un fuerte trueno se hizo presente, asustándonos a ambas.

- venía a hacerte compañía- dijo con una expresión que me transmitía mucha paz y seguridad, incluso más que la que me transmitía la lluvia en mi ventana.

- ven entonces- ella se acercó.

- ¿Qué estabas haciendo?-

- solo veía la lluvia, no me podía dormir-

- ¿Puedo dormir contigo hoy?-

- por supuesto-

- entonces... ¿cómo quedó lo de papá?-

- le dije lo de Esme, pero no lo nuestro-

- genial... Hablando de lo de antes... ¿Podemos volver a ser lo que éramos?-

- por supuesto- le respondí mientras acariciaba su mejilla- te amo nena-

- también te amo- comenzó a besarme y me subió arriba suyo, yo era mucho más grande que ella, por lo que mis tetas le quedaban muy cerca de la cara. Mis pezones aún debajo de la tela de mi blusa se notaban mucho, ella me besaba intensamente mientras apretaba mi trasero y yo empecé a sentir como me cosquilleaban mis pezones, tenían tantas ganas de ser estimulados, el cosquilleo y las ganas se fueron intensificando más y más, tanto que se empezó a sentir muy rico, ella notó esto y empezó a rozar mis pezones con las yemas de sus dedos, un escalofrío delicioso  recorría mi nuca mientras una corriente eléctrica pasaba a través de mis pezones, o al menos eso sentía yo, se sentía demasiado rico, sentía que mis pezones iban a explotar, ya estaban tan duritos que Aitana con sus pulgares comenzó a moverlos de un lado a otro como si fueran palanquitas, obviamente esto triplicó el placer que yo sentía, tanto que mi espalda se arqueaba y mi vagina no paraba de mojarse con ese hermoso y espeso lubricante que mi cuerpo soltaba, responsable  de que sus dedos de deslizaran bien ricos dentro mío, con una mano tiraba de mi pezón, estirandolo y retorciendolo en un delicioso movimiento que me hacía gritar, y con su otra mano movía dentro mío sus dedos para volverme loca de placer, movía sus dedos como las agujas de un reloj, todo mi cuerpo estaba alcanzando el nivel máximo de placer que se puede alcanzar, hasta que ella llevó su boca hasta mi otro pezón duro y lo succionó mientras su lengua se movía rápidamente por mí pezón, todo esto se tenía tan delicioso que no aguante las ganas y me posicioné para hacer tijeras, su clítoris y el mío se pegaban y se besaban cada vez que yo movía mi cadera, mis manos fueron directo a sus pequeños y hermosos pezones, tan duritos, eran tan delicados que no quería tirar de ellos pero el placer era tanto que cada vez quería hacerlo con más intensidad, entonces tome sus deliciosos pezoncitos y comencé a retorcerlos y estirarlos muy despacio, mientras movía mi cadera tan rápido y fuerte como podía, eso nos llevó a ambas a terminar juntas mojando toda nuestra cama.





Si te gustó, déjame saberlo ⭐ te quiero mucho 😌

Perdón por lo corto que fue 😖

Mi Madrastra Y Hermanastras +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora