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 No pude decirle a San que era una broma. Cuando mire nuevamente el chat, me había deja en visto, que idiota soy debe de haberlo molestado, aun no tenemos la suficiente confianza para eso, cuando iba a disculparme con Tae, un mensaje entró.

___Chat___

San

¿Hablas en serio?

Me sorprendió recibir esa respuesta de parte de San, dude en contestar, al final decidí hablar con él en persona, es una tema serio, aun que no me molestaría chupar su pecho... debo de calmarme.

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Entre al departamento en donde se encontraba San, me dirijo a su escritorio, agarre una silla y me senté a su lado.

— ¿Hablas enserio? -lo miré.

— Bueno... si, perdón por incomódate... -lo interrumpí.

— No me incomoda, en realidad la idea me gusta -lo mire- ¿Puede ser hoy?

— C-claro -me miró- ¿Quieres irte...

— Si no te preocupes, pero en donde lo hacemos... -lo mire- ¿Quieres ir a un hotel? -San solo asintió- Esta bien -me levante- Vamos.

San se levanto y salimos del departamento, subimos a elevador para irnos, presione el botón del elevador, a los minutos llegamos al estacionamiento, caminamos hasta mi auto, le abrí la puerta el subió, le di la vuelta al auto y subí.

— ¿Cuándo sale la bebé de la guardería? -dije mientras arrancaba el auto.

— Bueno... 6:30 de la tarde -dijo San.

— Vale tenemos casi una hora -comencé a manejar, a los 10 minutos llegue a un hotel, baje del auto y ayude a San a bajar, entramos al hotel y nos dirigimos a la recepción- Buenas tardes, quiero un cuarto, con una cama, por favor y es solo por esta noche -la mire indiferente.

— C-claro -dije ella y busco en su computadora- Tenemos varios, ¿Lo quiere con vista o sin vista?

— Con vista si es posible -ella asintió, le di mi tarjeta.

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Abrí la puerta, dejando a San entrar, luego entré yo. Me quite el saco y lo coloque en el perchero, camine por el pequeño pasillo, el cual medía como casi dos metros, levanta mi mirada y vi a San quitándose la blusa dejando ver un sujetador negro el cual se veía increíble.

— Amm -lo miré.

— Quiero dejar cosas en claro, antes de lo que venimos a hacer -me miro y yo solo asentí- No quiero tener sexo, si eso es lo que pensabas a parte de tomar mi leche, quiero que esto quede entre nosotros, ¿Esta bien?

— Claro no hay problema -lo mire- No seria capaz de contarle esto a alguien, no soy esa clase de persona y lo sabes.

— Lo sé pero -suspiro- Es por precaución -asentí.

— Ammm... ¿Cómo lo hacemos? -lo miré- Es la primera vez que hago algo como esto.

— Yo igual, creo que haré lo mismo que hago con mi bebé -me miró.

— De acuerdo y ¿Qué hago yo? -lo miré.

— Esperar a menos que quieras ayudar -me miro con una sonrisa.

— Me encantaría ayudarte en lo que sea como te lo dije.

— Bueno sígueme.

San se levanto de la cama, lo seguí y fuimos al baño, en donde me explico que antes de darle de comer a su bebé el se limpiaba. Lo ayude a quitarse la ropa, quedó en ropa interior y se metió a la ducha, lo espere con una bata, tardo alrededor de unos 5 minutos. Salió y lo ayude a colocarse la bata, salimos del baño, se acostó en la cama, me llamó y no dude ni un segundo en acercarme.

— ¿Ahora? -lo miré y el me dejo ver sus pechos, los cuales eran hermosos.

— Se que no son bonitos... -lo interrumpí.

— No digas eso -lo mire- Son hermosos -mire uno de sus pechos y me mordí el labio, sus pechos eran blancos, con pezones rosados claros, redondos un poco grandes, y de ellos brotaba un poco de leche.

— Pero se ven irritados mis pezones -me dijo.

—No me importa, para mi son hermosos, y creo saber por que están así, eres un buen doncel, y esto lo demuestra -me acerque, y deje un montón de besos húmedos en sus pechos.

— Ah~ -seguí dejando varios besos más.

Acerque más a San a mi cuerpo, lo abrace por la cintura y bese su pezón para luego comenzar a succionarlo, tenia un poco de miedo en lastimarlo, pero por suerte no fue así, no tuve que chupar mucho ya que a los segundo de haber chupado, sentí la leche en mi boca, era un poco espesa, un poco dulce y tibia, en pocas palabras, perfecta.

— ¿T-te gusta? -me preguntó, y dejé de tomar.

— Si, es muy rica~ -volví a tomar leche, mientras lo hacia comencé acariciar la cintura de San.

LactofiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora