03

281 27 2
                                    

 Ayude a San a ponerse su casaca y salimos de la habitación de hotel, teníamos que recoger su hija, bajamos hasta la recepción. Le entregue la tarjeta, salimos, subimos al auto, arranque y comencé a manejar hasta la guardería.

•❍──────••✦••──────❍•

Me quede esperando en el auto, a los minutos San regresó con su bebé en brazos.

— Listo, oh mi hermosa bebé -dijo San mientras jugaba con su bebé- El es Wooyoung, un amigo de papá -dijo de forma tierna- Dile Hola -la bebé de San balbució algo, lo cual me hizo gracia.

— Bueno vamos a llevarlos a casa -sonreí, mire a San por el rabillo de mi ojo, el cual estaba muy concentrado en la bebé- Me sorprende que siga despierta.

— Bueno la chica me dijo que estaba un poco rara en lo que respecta su sueño, pero que al final se durmió -asentí mientras manejaba- Amor~ no, espera a llegar a la casa.

— ¿Quieres que me detenga? ¿Le pasa algo a la bebé? -dije mientras conducía.

— No te preocupes, ella solo quiere comer -dije mirándola.

— Si quieres paro para que la puedas alimentar -dije bajando la velocidad.

— No necesitas detenerte, ella quiere leche, ¿Te incomoda o algo por el estilo?

— ¿En serio me lo preguntas después de lo que pasó? -me detuve a un lado de la carreta, y lo miré.

— Oh, bueno pues lo hare, pero no tenias que detener el auto -lo mire- ¿La puedes cargar unos minutos?

— Claro -agarre a la bebé- Si tenia que detener el auto -me reí y escuche un "Shhh" por su parte, lo cual me causo más gracia- Hola~

Dije mirando a la bebé, me puse a jugar un rato con ella, mientras San, se acomodaba y limpiaba, para darle de comer a su bebé.

— Ven Yeji -la bebé lo miró, y rápidamente fue a donde su padre- Espera amor~ -dijo sonriendo, acomodo a la bebé en su pecho y ella no tardo en engancharse en su pezón.

•❍──────••✦••──────❍•

Cuando llegamos a la casa de San, lo ayude a bajar las cosas de la bebé.

— Eso seria todo -le sonreí- me retiro.

— Ya es muy tarde, te puedes quedar a dormir -lo mire.

— No puedo tomar tu oferta -lo mire- por lo que dijiste, no puedo irrumpir en el lugar sagrado de tu bebé, me voy, hasta mañana.

Me despedí de San, salí de su casa, me subí al carro, lo encendí y comencé a conducir a mi apartamento, por si se lo preguntan ante mi rechazo en la invitación de San, y es que en el hotel, le pregunte en donde podíamos repetir lo que hicimos, sugerí mi casa o en la suya, pero rápidamente, se negó.

Flashback.

— No, quiero que sea en los hoteles este asunto -dijo San vistiéndose.

— Bueno yo lo decía por comodidad .

— No, mi casa es el lugar sagrado de mi bebé, no puedo hacer eso -me miró- por eso lo digo.

— Entiendo quieres protegerla, y quieres un buen lugar para ella -San asintió- no te preocupes, nuestros próximos encuentros serán en los hoteles.

Fin del flashback.

Por eso rechace su invitación a quedarme en la noche, algunos dirán que es una exageración pero para mi no lo es, yo quiero respetar a San y a su hija, estacione el auto, baje de el y cerré la puerta. Coloque la alarma del auto, entre a mi edificio, camine por la pequeña recepción y subí al elevador.

— Mañana será un día muy pesado con las reuniones que tendré -suspire.

Al día siguiente.

Sali cansado de la junta, y me senté en mi puesto de trabajo, me quiero ir a mi casa, mire el reloj. Dios, ni siquiera es medio día, suspire, mire mi computador, abrí un archivo, y comencé a editarlo, pero no pasaron mi unos minutos para que el teléfono sonara, lo agarre y conteste.

— Buenos días -dije en un tono encantador, pero la verdad estaba molesto.

— Buenos días, soy Shin Ryujin, del departamento de contabilidad, ¿Estoy hablando con el señor... -hizo una pausa- Jung Wooyoung?

— Si, con el mismo ¿En que la puedo ayudar? -dije en un tono neutro.

— Se me informo, que usted, tiene los archivos del plan G de... -la interrumpí.

— Esos archivos, no le los puedo dar a cualquiera, y para yo facilitárselos, debe de tener una carta del jefe de su departamento, la cual debería estar aprobada por uno de nuestro superiores.

— Oh bueno -la chica se quedó callada.

— Que tenga buenos días -terminé la llamada.

— Esta gente, que no sabe hacer nada, ¿Son tan inútiles? -suspiré y seguí con lo mío.

•❍──────••✦••──────❍•

Me senté cansado en la silla, ya estaba arto, pero arto, ¿Cómo era posible que no supieran hacer su trabajo, la mayoría de los supuestos analistas? Analistas, mis huevos, hasta yo se que eso esta mal, y no soy analista, como alguien me vuelva a llamar... mi teléfono personal sonó, lo agarre, sin mirar quien era.

— ¿Qué? -dije un poco irritado.

— No seas un grosero conmigo, por que te castigare -escuché la voz de San en la otra línea.

LactofiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora