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— ¿Qué? -dije un poco irritado.

— No seas un grosero conmigo, porque te castigare -escuche la voz de San en la otra línea.

— Perdón no quería ser grosero -dije apenado y tímido- ¿Pasa algo malo? ¿Algo te duele?

— Mmm, eso cambia de tema y trátame bonito porque si no te va a ir mal -dijo en un tono neutro pero a la vez a amenazador- Nada, solo quería saber cómo estabas, porque yo estoy aburrido y por cómo me contéstate creo que estas muy estresado ¿No es así?

— Si~, las personas no entienden nada de nada, siento que hablo con un mono, no es muy ofensivo para los monos ellos son muy inteligentes, siento que hablo con personas sin cerebro -suspire- Aun me pregunto cómo consiguieron ese empleo.

— Bueno palancas o algún contacto.

— Si o "LP" -mire mi reloj- Ya es hora de que comer, voy a ver si puedo despejar mi mente.

— ¿"LP"? ¿Qué es eso?

— Oh, la LP es como la mayoría de los doctores le dicen a la puteria -me reí- mi hermano es doctor por eso lo sé.

— Oh está bien, es un muy buen nombre -escuche su risa- ¿Quieres comer conmigo? o solo para despejar tu mente.

— Mmm esta difícil la pregunta.

— ¿Así? ¿Por qué?

— Bueno, sé que si voy contigo, no voy a medir el tiempo y llegare tarde -dije- Y no me digas que no, porque ya paso una vez.

— Vale, vale te dejo solo -dijo en un tono divertido- Ahora me siento más ofendido, te voy a castigar.

— Oye, no... -me colgó- ¿San?... -golpe mi cabeza contra la mesa- Soy un idiota -dije molesto, era más que obvio que San no está aburrido, de seguro se sentía mal o algo por el estilo, pero no me lo quería decir en llamada, mire mi teléfono, abrí el chat y le escribí, pero la respuesta fue obvia, me ignoró.

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Camine hasta el escrito de San, entré y casi no había nadie, agarre una silla y me senté al lado de San.

— Perdón por no ser un egoísta -lo miré, y me miró- Lo siento, no era mi intención tengo la cabeza en tantas cosas que a veces no me doy cuenta de lo que pasa, ya sé que soy un muy mal amigo en estos momento.

—Ajá.

— Y una muy mala persona, te traje un regalo para que me perdones -le di una caja de chocolates la cual el no dudo en agarrar.

— Por la caja de chocolates, pensaré en perdonarte, lo pensare -dijo mientras la abría

— Bueno con eso me basta y sobra -le sonreí- ¿Te llevo a casa? -el asintió mientras comía un chocolate- Vale vamos, ¿Tenemos que buscar a tu bebé? -el negó- ¿En dónde está?

Salimos de la oficina mientras San me explicaba que la bebé estaba con su madre en su casa, llegamos al auto, le abrí la puerta a San para que entrara, entro y cerré la puerta, para luego darle la vuelta al carro, entré y arranque el auto.

— ¿Quieres música?, puedes poner la que quieras -dije mientras salía del estacionamiento.

— Cuanta amabilidad, se nota que quieres que te perdone -dijo.

— Bueno siempre lo he sido -dije mientras manejaba.

— Tienes razón, pensé que eras lindo porque querías te perdonara, me sentía especial~ -dije lo último como un niño pequeño.

— Bueno también es por eso -dije feliz.

— Vale, te voy a perdonar -dijo feliz, mientras se comía otro chocolate- Hoy estaba muy estresado mi pobre Wooyoung -dijo mientras acariciaba mi cabello.

— Es verdad, hoy como que salieron todo los idiotas de la empresa, y perdón por la palabra -suspire.

— Tranquilo, desahógate ¿Y cómo que los idiotas? ¿Qué paso? -dijo con tranquilidad- es mejor que te estaciones en la carretera -hice lo que San me pidió y lo miré.

— Pues, que les dice que hagan una orden, y pregunta cómo se hace eso, cuando se supone que en sus carrera y lo que estudiaron tiene relación con eso, eso me molesta, en poco palabras ellos pagaron su carrera, bueno más bien pagaron por un título, el cual no se merecen -suspire molesto.

— Calma -dijo en un tono de tranquilidad mientras me acariciaba el cabello.

— Y eso no es todo, ya que me llama preguntándome sobre cosas estúpidas, siento que la mayoría no sabe hacer nada de nada -mire a San, el cual tenía una sonrisa.

— ¿Quieres leche? Leí por internet que eso, bueno suele calmar a los bebés, y también a los adultos que lo hacen... -dijo con un leve sonrojo.

— P-Pero estamos en el auto, y... -me interrumpió.

— No me importa, nos ponemos en la parte de atrás, para que no nos vean -me sonrió- Vamos, me distes chocolates, eres un amor.

Asentí, y me pase a la parte de atrás del auto, me senté, San pasó con cuidado, y se sentó sobre mis piernas, en pocas palabras estaba ahorcajadas sobre mí, me sonrió, y comenzó a desabrochar su blusa, la desabrochó toda, se quitó su sujetador, el cual era como deportivo, y cuando se quitó esa parte, sus senos revotaron un poco, lo cual me hipnotizo un poco.

— Cierra la boca, se te va a salir la baba -dijo con diversión San, a lo cual me sonroje- Tranquilo eres un hombre, es normal, creo, tranquilo no te voy a juzgar por eso.

— Vale -lo mire y él me sonrió, agarró mis manos y las puso alrededor de su cintura.

— No quiero caerme -se rio y yo también me reí- Anda toma -dijo acariciándome la mejilla.

Sonreí, bese su pezón izquierdo, para luego comenzar a tomar leche, pero cuando metí su seno a mi boca, escuche un gemido, lo mire para ver si no lo había lastimado, pero el solo me sonrió y me dijo que siguiera. Comencé a tomar leche con calma y sin miedo a lastimarlo, porque era lo que menos quería, mientras tomaba leche, escuche como unas gotas de lluvia caían y golpeaban con el auto, deje de tomar leche y lo mire.

— ¿Q-Qué pasa? ~ -dijo con un sonrojo.

— ¿Quieres que ponga la calefacción? -lo mire- también tengo una manta por si la quieres.

— No, con la manta me sobra -dijo feliz- Pensé que algo no te gustaba.

— ¿Cómo vas a pensar eso?, al contrario -le sonreí, y lo arropé con la manta hasta los hombros.

— Que linda, tiene mini anclas -se rio- es que pensé... nada, es mejor que sigamos -asentí, sabía que algo me ocultaba pero no lo quería forzar.

— ¿No te molesta que bese tu pezón? -lo mire, y el negó.

Sonreí, bese su pezón, y volví a tomar leche, pero no pasaron ni unos segundos cuando escuche un gemido nuevamente, lo miré y el cubrió su cara.

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