Capítulo 5

335 40 0
                                    

 Los pasos de Jongho eran apresurados, estaba llegando tarde a sus clases y él no se podía permitir eso, debía mantener sus asistencias completas.

Con la respiración entrecortada por caminar rápido toca la puerta del aula con la esperanza de que el profesor lo deje pasar.

La puerta se abre y por delante de él aparece su profesor. Un tipo de edad media y un tanto gruñón.

— ¿Qué se le ofrece, Señor Choi?— el nombrado voltea los ojos mentalmente.

— Lamento llegar tarde, ¿podría dejarme pasar? — el mayor lo mira con duda, pero finalmente asiente.

— Es la primera y última vez que le permito llegar tarde, para que no se le haga costumbre.— El hombre se hace a un lado para que Jongho entre al aula.

Al llegar a su lugar, San lo mira con un poco de curiosidad por su tardanza.

— Me debes explicaciones, Choi — el nombrado muerde su labio inferior con una sonrisa y finalmente asiente.

•❍──────••✦••──────❍•

— Ahora si, ¿Me podrías explicar por que llegaste tan tarde? Eso no es habitual en ti.— El castaño toma del brazo a su amigo y hace que voltee.

— Lo que pasa, San, es que estaba con Yuyu y se me hi-

— Espera..., ¿estabas con Yunho?— el menor asiente con una sonrisa.— ¿Y se puede saber que estabas haciendo?.

— Perdí mi virginidad con él, San — al decirlo, sus mejillas se encienden ante el recuerdo.

— ¡¿QUÉ?!

— Baja la voz, San...— El menor se avergüenza más y mira a los lados.

— ¿Porqué permitiste eso, Jonggie?

— Por qué ya no quería ser el tierno Jongho. Yo también tengo derecho a hacer esas cosas.

— ¡Pero no con él! — grita/susurra el menor.

— Es mi cuerpo y mi vida, San, yo puedo estar con quien yo quiera — Jongho da unos cuantos pasos pero se detiene—Te pido de favor que no te metas en esto, adiós.

San ve como Jongho desaparece por los pasillos.

•❍──────••✦••──────❍•

Jongho saltaba rápidamente sobre el miembro de Yunho, mientras este estaba sentado agarrando sus caderas para ayudar a impulsarlo y que las embestidas fueran más profundas y placenteras. Ya había pasado una semana desde la primera vez que estuvieron juntos y en el transcurso de esta no había día que no tuvieran sexo. El Jongho tierno e inocente ya no existía.

Jongho deja de moverse al estar demasiado cansado y deja caer su cabeza en el hombro de Yunho, este toma un cigarrillo que estaba encendido y minutos atrás lo había usado, a un costado en el pequeño mueble junto a la lampara. Lo tomo en sus largos dedos y le dio una profunda calada para después tirar el humo en la cara de Jongho, este comienza a toser y pone cara de asco.

— No dije que te dejarás de mover, ¿o sí? — Yunho pone sobre la pierna de Jongho el cigarrillo encendido y este suelta un grito de dolor y sus lagrimas no se hacen esperar. Pero es un dolor que le gusta. Yunho sonríe al ver la sonrisa de Jongho entre lagrimas, en verdad él no entiende por que en vez de reclamarle solo sonríe disfrutando del dolor que Yunho le causa.

Jongho retoma sus movimientos sobre el miembro de Yunho y este besa sus labios con posesión, los muerde fuerte y firmemente hasta sacar unas cuantas gotas de sangre. Jongho no se queja y ni se deja de mover.

Yunho se separa del beso y mira el rostro con lagrimas de Jongho, sin duda alguna para él es una obra de arte; su rostro angelical repleto de eso que el causa, pero le gusta. La sangre que escurre por su labio inferior y sus lindos cachetes moviéndose debido a los saltos. Con esa vista Yunho logra correrse fuertemente dentro del menor, este se corre unos segundos después y lentamente sale de Yunho para tirarse a un lado en la cama.

Jongho toca sus labios con sus pequeños dedos y mira la sangre que dejo al tocarlos, se levanta de la cama y se dirige al baño para limpiar sus lagrimas y la sangre. Siente como arde su pierna debido a la quemada del cigarrillo y hace una mueca de dolor.

Cuando termina de limpiar todo rastro de daño sale del baño y mira a Yunho aún completamente desnudo en la cama.

— ¿Porqué, Jongho? — pregunta Yunho, Jongho no entiende la pregunta y Yunho al ver su cara de confusión prosigue.— ¿Porqué te gusta que te dañe?

— No sé, Yunho, solo se que me da placer. Me gusta.

— Jamás había encontrado a alguien como tú.— Jongho sonríe y se acerca de nuevo a Yunho para subirse a su regazo.

— Pues ahora me tienes a mi, somos un complemento, Yuyu... a mi me gusta ser lastimado y a ti te gusta lastimar.

Y si, ambos eran un complemento, por que ambos eran la pieza que les faltaba, aunque a los demás les pareciera estúpido y enfermo, para ellos es simplemente perfecto.

DacrifiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora