En el cuarto de hotel Capítulo _4

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No sé dónde nos alojaremos —le decía a mi amiga mientras empacan.

—¿Y tú no le dijiste a Rodrigo dónde ellos se alojarán?— me preguntó Cristal con asombro.

—No, se me pasó —le dije con disimulo.

—Bueno, tendrá que llamarlo y preguntarle de nuevo.

—Sí, tendré que hacerlo. —Pero ya, porque se nos acaba el tiempo.

—Sí, ya voy lo llamaré.

Voy y busco mi teléfono que se había quedado en la sala en la antesala de la casa, busco el contacto de Rodrigo para llamarlo. Ya a los pocos minutos.

—Aló, ¡Rodrigo! Soy yo de nuevo Abigaíl.

—Sí, Abigaíl ¿Qué pasó.? —Es que se me olvidó preguntarte sobre el hotel donde ellos sé alojarán.

—Sí lo sé que se te olvidó preguntarme pero, esa información no la tengo querida.

—¿Y entonces cómo le hacemos?¿ y tú no la puedes investigar con la asistente? dile que te mandó el jefe o mejor aún pregúntale a Carla.

—Bueno está bien llamo cuando investigue esa información.

Como a los 10 minutos Rodrigo me llama y me dice.

—Voy de camino para tu casa para que volemos los tres juntos tengo información que darte que no puede ser vía telefónica.

—Okay está bien aquí te espero pero muévete que tenemos el tiempo encima.

Al día siguiente Me levanto de mi acomodada cama, ya Ricardo hace un rato que se fue de viaje, le voy a dar tiempo que esté en España. El vuelo de nosotros sale a las 10, o sea que me da tiempo hacer de todo en casa, como por ejemplo esperar a mi madre para que se lleve abimelec.

Voy a alistarme para verme con ellos en el aeropuerto, así salgo a desayunar, pero me siento tan decaída en pensar que la amante de mi esposo es Amelia, la directora de la empresa y que Carla, a la asistente de Él, sabía todo de su encuentro romántico.

Ese fue el motivo de la visita de Rodrigo aquí a la casa, esa fueron las investigaciones que él investigó en la empresa, todo el mundo sabía de qué Ricardo me era infiel con Amelia, la subdirectora de la empresa, menos esta tonta que está aquí, pero más tarde se le va a acabar su jueguito que tiene conmigo.

Ahora todo encaja a la perfección pero me la vas a pagar por engañarme así de esa manera y hacerme creer que yo era la única mujer en tu vida.

Miro por mi ventana el hermoso día un día soleado voy y me dirijo al baño para tomar un baño relajante para salir a verme con los muchachos al aeropuerto.

Bajo a la cocina para hacer un poco de café y sentarme a degustar del aroma de este tan exquisito Y aprovechar y leer un capítulo de mi novela favorita un lugar para soñal.

—Pero mi hija pensé que te arrepentiste —me dijo cristal dándome un abrazo.

—No aún no ni pensándolos se me ocurre —le dije mientras le correspondía el abrazo.

—¿¡Ay pero esa eres tú!?¡ está tan guapa! no no pero es para reconquistar a tu marido que tú vas —me dijo Rodrigo muy emocionado mientras me mira de arriba hacia abajo.

—No chico no es eso pero tengo que verme bien para que él vea lo que se va a perder le dije mientras arrastraba mi maleta con destino al avión.

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