Capitulo No. 2. Castigo

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Capitulo no. 2. Quería que estuviese agradecido por mi castigo...











Cheng Huang lleva mucho tiempo inmóvil, solo observando. Sentado en su trono, no había apartado la mirada de Yu An, que ahora estaba limpio, vestido con ropa suave y cómoda, y atado como una bestia peligrosa a pocos metros de él.

537 se mantiene con la cabeza baja, de pie al lado de Yu An. 422 permanece silencioso un paso detrás de su amo, mirando al niño, observando cuánto había crecido y cuánto había cambiado. La mirada en sus ojos es diferente. 422 giró su atención a su amo, a esta distancia, podía ver sus dedos temblar, parecía querer levantarse y caminar hacia su pequeña oveja descarriada.

Cheng Huang...este dios observaba el pequeño mundo que brillaba en su palma, desmoronándose poco a poco, como una estrella que se apaga. En sus ojos, la mirada en sus ojos no era algo que se atrevieran a nombrar, pero si estos sistemas, hechos de datos, almas y jade, fueran un poco más valientes o un poco más rebeldes, dirían que lucía algo triste.

"Destruiste un plano mundial", susurró Cheng Huang en su majestuosa suavidad, enfrentando esa mirada apagada, removiendose imperceptiblemente en su asiento, lo consolaba el hecho de que a esta distancia, el niño no podría ver su inquietud. "Lo arruinaste, lo convertiste en polvo", había verdadero dolor en su voz, sin embargo, no era por este pequeño mundo desmoronandose. "¿Y por qué?".

Yu An le miraba tras su desordenado cabello negro, 701 había tenido que cortar algunas partes, que habían estado demasiado quemadas por el fuego y el niño no se había quedado quieto el tiempo suficiente para restaurarlo, se veía lamentable, como un pequeño gatito arrasado por el mundo.

"Colapsaste un mundo por un humano que te dio un poquito de amor", el mundo en la palma de Cheng Huang flotó hacia Yu An, iluminando su rostro. El dios se encorvó en su asiento, recargando los codos en sus rodillas y la barbilla en sus manos, como un anciano cansado. "Su tumba se perderá ahí también".

537 había mantenido sus ojos en Yu An, y al ver al niño luchar contra sus cadenas por esa pequeña incitación, enojandose ante ese pequeño arranque de su dios, dio un paso al frente. [Maestro...].

¡Crack!

Fue algo instintivo para Yu An levantar la cabeza para buscar el ruido, pero 537 puso la mano en su cabeza y lo obligó a bajarla, manteniéndolo quieto.

La voz de 537 era apenas una burla temblorosa de protección. [É...Él es útil, maestro, él aún puede ser muy útil].

[537...], 422 le miraba con dolor, haciendo un trabajo pobre en no correr hacía él. ¿Que han hecho contigo?

Se desmoronaba, el rostro agrietado de 537, se desmoronaba en pequeños fragmentos brillantes. Estaba marcado ahora, aunque reparara cada grieta y llenara cada hueco en su nave física, ahora estaba marcado...finalmente había perdido el favor del señor dios, no podría recuperarse de eso.

Todo por un humano, 422 taladró a Yu An con su mirada, ya no le parecía tan lindo o tan interesante. Se ha vuelto peligroso...

"Shhhh", los calló Cheng Huang, llevándose un dedo a los labios. "No intentes defenderlo cuando ni siquiera parece aceptar que ha hecho algo mal", esa desobediencia, esa descarada rebeldia era intolerable. Miró a Yu An de nuevo, luego a 537. "Deja de tocarlo".

El sistema 537, lo soltó, temblando mientras cubría la nueva grieta con la manga ancha de su traje, no quería que él niño lo viera. Los ojos de Yu An fueron inmediatamente a su rostro, buscando la causa del estremecedor crujido, pero una mano cálida sujetó su mandíbula con fuerza, se encontró cara a cara con el dios de la misericordia, que se había acuchillado frente a él.

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