Bases

Capitulo No. 3. Emociones humanas

Capítulo No 3. Quiero que te conviertas en un buen hombre.

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Permanecer en los planos mundiales podía ser muy aburrido para algunos sistemas, mayormente para los que inician sus viajes, que están aprendiendo de emociones humanas, de la decadencia humana y que no la entienden. Por lo que recurren a volver a un sub plano celestial, manteniendo el canal de conexión abierta; para recargar, intercambiar historias, intercambiar objetos, cumplir con transacciones de subastas, había muchas cosas que hacer y el mundo era basto. Pero Trece prefería quedarse y ver al niño como un espectador silencioso, hasta que el niño necesitara algo de él aún cuando estaba obligado a no proporcionarselo, siempre hay formas, formas humanas de hacerle llegar ayuda, Trece solo necesita saber que necesita, nadie está ahí para ver los cuerpos que Trece entierra para Yu An, nadie necesita saberlo.

Después de tomar su tutela, no se había marchado. Los primeros cincuenta mundos eran un requisito obligatorio de vigilancia ininterrumpida, con el tiempo, se volvió un hábito que se quedó, dónde Trece podía ver la mente del niño maquinar, buscando agujeros, agujeros existentes pero tan limitados que al final, apenas y eran útiles. Después de los primeros doscientos mundos, tuvo que volver, entregar informes, recargar. Debía haber vuelto hace cien mundos, pero no había encontrado en él irse y dejar al niño atras. Está frágil, había pensado. Necesito quedarme para evitar que se rompa demasiado. No confiaba en que el niño se mantendría a sí mismo ileso. Es peligroso dejarlo solo con tantos pensamientos oscuros en su cabeza.

[Tengo que irme, por un tiempo, no demasiado largo, no demasiado corto], para Trece, el tiempo era un concepto extraño, después de todo, era un concepto humano. [Aunque no esté aquí vigilandote, no puedes ser imprudente. Que yo no esté, significa que estarás aún más restringido aquí, no seré yo quien te limite, serán las leyes mundiales de este plano y en este plano, la prioridad es el hijo del destino].

Yu An no respondió, no lo hizo por un tiempo, mientras cubría su desnudo. "¿A dónde vas?", cuestionó en voz suave, preparandose para dormir.

[Vuelvo al plano celestial], respondió, leyendo el guión. [Volveré antes de que suceda algo importante].

Yu An miró el techo, las hermosas pinturas en movimiento que parecían saludarlo. "Quiero un favor".

[...], Trece, que estuvo a punto de marcharse, guardó silencio por un rato, mirando al niño con ojos brillantes, una sonrisa casi traiciona su emoción, era la primera vez que le pedía algo, era la primera vez que el niño tomaba la iniciativa de pedir algo. [¿Qué quieres, niño?], Preguntó suavemente, como un padre cariñoso.

"Información", respondió, totalmente inmóvil en esa cama que parecía tragar su pequeño cuerpo y aún así, siendo insuficiente para someter su presencia. "¿Qué ocurrió con el sistema que supervisaba el mundo en que nací, 537?".

La pequeña sonrisa que había empezado a aflorar en la boca de Trece se marchitó, sus ojos oscuros se centraron en Yu An. [...volvió a su puesto anterior], mintió.

"Oh".

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Veinte observó a Trece con interés, siguiendo sus pasos, cerca pero no lo suficiente para rozarlo, teniendo que bajar la cabeza para mirarlo a los ojos. [Hace mucho que no vienes aquí].

[Lo sé], Trece siguió su camino, evitando esa mirada repugnante.

[¿Por qué es eso?], Veinte empezó a rodearlo mientras caminaban, como un niño juguetón, tenía una inocente sonrisa alegre en sus labios de fresa.