Adiós Reiwa, nos volveremos a ver.

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Templo Tera de Reiwa, colina noroeste, primero de enero.

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En este punto pintoresco, múltiples familias van a rendir la tradición de purificación para despedirse del año viejo y dar la bienvenida al venidero.

Así como pedir buena fortuna a los dioses.

Un hombre de cabello blanco en un abrigo negro con afelpado café en el interior, había permanecido frente a un altar tradicional de madera cerca de cinco minutos, empezando a ser observado de manera sospechosa por los otros visitantes.

Se sentía como un extraño solo de intentarlo.

"Tienes que lanzar la moneda y tirar de la campana" Una chica pelinegra de ojos miel, vestida en abrigo rojo y negro, ostentando unos guantes negros sin dedos en sus manos le guio con un leve toque burlón.

"Conozco Japón mejor que ustedes dos juntas, se que hacer" Respondió a la burla con algo de sarcasmo seco.

"Dios, que arrogante" Una chica peli naranja en un abrigo blanco se unió a ellos secundando a su molesta amiga.

Miro de nueva cuenta el altar... seguía preguntándose ¿Tenia derecho siquiera de pedirle algo a los dioses humanos?

Tiro una moneda de veinte yenes a la tarja, se deslizo por una de las hendiduras y termino con el montón.

"Vale la pena intentar"

Luego, mientras cerraba los ojos, luego tiro de la cuerda, haciendo sonar una campana, después unió sus manos en un aplauso, dos veces.

Al terminar, la pelinegra estaba mirándolo expectante.

"¿Qué pediste?" Se le puso en frente, con la intención de saber que podía desear el aburrido Shirou.

"... metiche" Se dio la vuelta de camino al sendero que llevaba al mirador del santuario, queriendo ver la vista aérea del pueblo.

"¿¡Ah!?" Michiru juro que casi se le salen las garras del enojo.

Enserio, a pesar de ser tan sobrio, se las arreglaba para ser tan irritante como un niño.

Mirando de lado al albino, la pelirroja se le acercó para picar su brazo.

"¿Estas de mal humor?" le pregunto de manera mimosa, no hubo reacción en esa cara, lo cual hizo que la idol esbozara una sonrisa perversa "¿... quieres que te amamante de nuevo?" Amenazo con desabotonarse el abrigo.

La cara de Shirou finalmente cambio a una de pánico, yendo a taparle la boca a una sonriente Nazuna "Enserio vas demasiado lejos solo para fastidiarme" Michiru, detrás de él, también parecía extasiada de verlo perder su temple.

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Aquella madrugada no tan distante de Navidad, hicieron de todo... también los días siguientes.

Sin supervisión, sin tanta vigilancia, habiendo perdido la inhibición a estar los tres juntos y con un conocido hotel disponible...

Se dejaron llevar para probar sus limites y los de la capacidad de cambio de forma de las chicas...

Ahora eran momentos irremplazables, que nunca iban a olvidar... y no lo iba a poder olvidar aunque lo intentara, pues ellas se lo recordarían en cada oportunidad.

Se comporto de una manera inusual, una que intentaba mantener enterrada.

Pasado el momento, los tres fueron al mirador, encontrando a Minorin y a Shion, quienes habían pasado frente templo hace unos minutos, les dieron la bienvenida con un almuerzo para disfrutar de la vista.

Homecoming: BNA: Brand New Animal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora