Kenai Wolbask...
Después de todo lo que pasó en esa oficina hubo unos minutos de tensión entre los empleados y Valeska.
Ella estaba verdaderamente molesta, por la falta de respeto que le hicieron.
Estuvimos ahí desde las doce hasta las tres de la tarde.
Ahora estamos dirigiéndonos a el hospital, no se qué tienen que hacer pero por lo que veo no es urgente.
Valeska está dormida en el hombro de su hermana, yo estoy de copiloto en el auto y ellas atrás.
Su rostro está totalmente relajado y puedo ver cómo frunce el ceño cuando duerme.
Ambas son tan iguales y tan diferentes.
Valeska es Blanca y Aleska es como cremita. Y las formas de sus rostros son totalmente diferentes.
Valeska es seria y callada pero, Aleska es alegre y muy habladora.
-Puedo preguntar, ¿A qué se debe la ida al hospital, Señorita Morozov?
Aleska voltea su rostro hacia mi y por un momento siento que me va a mandar a la mierda por su cara.
-Valeska tiene revisión con el ginecólogo. La dejaré contigo y me iré a la empresa de nuestro padre. Debido a que ella no puede ir, mi padre está con más trabajo.
Asiento levemente.
Esperen.. ¿Dijo ginecólogo? Ay dios santo.
Pasan cinco minutos y el auto se detiene. Me bajo y camino hasta la puerta donde saldrá Valeska.
Ella levanta su mano y yo la tomo con delicadeza.
Camino con ella de la mano para que no se caiga.
Aleska se nos queda viendo unos cuantos segundos, pero sonríe y continúa caminando.
Subimos rápidamente hasta el consultorio de ese ginecólogo.
Aleska toca la puerta y entra con su hermana, dejandome afuera.
Unos cinco minutos más tarde, Aleska sale con una cara muy seria. Demasiado para ser ella.
-Kenai, te voy a dejar a mi hermana a cargo en este lugar. Recuerda que ella no puede ver lo que le están haciendo. Necesito que entres a ese consultorio y estés con ella en todo momento.
Sus palabras me dejan un poco pensante.
-Claro, Señorita Morozov. Mi deber es cuidar a su hermana y lo haré sin importar qué.
-Disculpa que tengas que estar ahí. Pero me necesitan urgentemente en la oficina.
-No se preocupe. Puede irse.
Ella se despide con una sonrisa y al voltear se, veo como su cara cambia a una de seriedad total.
Me quedo unos segundos parado antes de inhalar profundamente y entrar al consultorio.
Al entrar encuentro a Valeska hablando seriamente con su ginecólogo. Ese hombre no pasa de 40 años.
El se levanta y veo como Valeska se remueve incómoda. Coloco una mano en su hombro y doy pequeñas palmaditas.
Al parecer me reconoce por mi olor.
-Puedes venir hacia acá, Valeska - él hombre la llama por su nombre y me deja un poco perplejo su poco profesionalismo.
Ella se levanta y me ofrece su mano para que la lleve al cambiador.
Ella se quita la ropa y queda en ropa interior. Por unos segundos quedó embobado con sus bellos muslos pero quito la mirada y le paso la bata.
ESTÁS LEYENDO
Mi Guardaespaldas |18|
RomanceNo pensé que me volvería a encontrar contigo. Jamás imagine que tu serias mi guardaespaldas y cuidarías de mí. Tus ojos me hechizaron, pero tu corazon me enamoró. No me importa si debo ir en el camino equivocado, con tal de estar a tu lado.