la chica de la ventana; freenbecky

capítulo 60: siempre

Rebecca Armstrong amaba leer, y también escribir, aunque sabía que los finales de aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una completa farsa.

Becky sabía que Freen y ella no terminarían sus vidas en medio de un paraíso tropical tomando agua de coco y siendo abanicadas por un par de esclavos extranjeros muy mal pagados...

También sabía que ningún enemigo del pasado terminaría apuñalándola hasta la muerte, y que Freen no la vería mientras se desangraba, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los ojos llorosos de su mujer, recostada sobre su pecho, susurrando sus últimos deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.

Rebecca creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a esto sus dos primeras novelas se habían vendido realmente bien. Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes con finales tan comunes que podían ser reales.

Sabía que lo hacían porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales felices que se habían olvidado de los finales verdaderos. Su trabajo como editora también estaba dando buenos frutos.

Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Becky estaba triunfando.

Estaba entrando al auto luego de un largo día de trabajo cuándo recibió una llamada de su esposa, una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro apareciendo en la pantalla del celular junto a la melodía de una de las canciones de Lana del Rey.

Becky: Hola amor -Dijo con una sonrisa.

Era extraño como Freen, después de tres años de matrimonio, seguía haciéndola sentir como la chica de diecisiete años que la había visto a través de la ventana.

Freen: Amor, sé que probablemente estas muy cansada luego de trabajar, pero necesito que vengas al estudio. Mi auto se averió.

Becky: Te dije que no compraras esa chatarra, amor.

Freen: Era lo único que podíamos pagar luego de comprar este estudio en Miami, remodelar el viejo departamento de Yuki y, bueno... tú sabes qué otra cosa.

A pesar de que Becky tenía buenos ingresos y de que el trabajo de Freen les proporcionaba una buena cantidad de dinero, Becky estaba empezando en su carrera al igual que su esposa, lo cual no les permitía darse todos los lujos que cualquier persona querría.

Freen: Puedo intentar repararlo si estas demasiado cansada. Estoy segura de que moviendo un par de cables...

Becky: No, yo solo... -Suspiro audiblemente-. Estaré allí en quince minutos ¿Bien? Solo cómprame un café y...

Freen: Lo haré -Aceptó-... ¿Te entregaron los exámenes? -Pregunto después de unos segundos.

Por supuesto, Becky sabía que su esposa iba a querer hablar sobre aquello

Becky: Si -Admitió mientras comenzaba a conducir a través de las calles de Miami hacía el estudio de su esposa, dónde trabajaba junto a otro joven fotógrafo y un par de aprendices.

Freen: ¿Qué tal?

Becky: No los he visto... -Contesto en voz baja.

No era como si Becky esperara un mejor resultado que el de la vez anterior.

Freen: ¿Crees que funcione esta vez?

Becky: No lo se. Nuestro intento anterior fue un asco, y este podría ser igual, así que realmente no sé qué esperar...

Freen: Vamos, Becky, tienes que ser positiva. Esta vez es mi ovulo es el que está dentro de ti, y por si no te has dado cuenta los Sarocha somos fuertes, así que no dudo que dentro de menos de nueve meses tengamos a una pequeña niña de ojos grandes llamada Patricia llorando en el departamento...