capítulo 41: ocho

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Becky había aprendido que el dolor de una perdida no se supera. Se paraliza. 

Durante esos ocho meses la chica había memorizado bien esto. Se había visto obligada a hacerlo para no acabar con su vida de una buena vez.

El primer mes veía el rostro de Freen hasta en la más mínima gota de agua. El segundo pensó que sería mejor olvidarla de una buena vez, solo para darse cuenta, al tercer mes, que sería completamente imposible. 

Fue entonces cuándo decidió encontrar un trabajo para mantener ocupada su mente. Al cuarto mes trabajaba en una biblioteca. Al quinto, Becky llegaba tan cansada a casa que apenas podía soñar. En el sexto, luego de adaptarse a su horario, volvió la depresión de Becky al encontrar una rosa roja marchita dentro de las páginas de uno de sus libros favoritos. El séptimo mes casi pudo haber seguido adelante... Pero en el octavo mes la volvió a ver... 

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Me gustaría decir que volvieron a reencontrarse el día que habría sido su aniversario de haber seguido juntas, o en el cumpleaños de alguna de las dos. Pero no fue así. Se reencontraron en un día normal, en un lugar normal, en una situación normal. 

Ese día estaba siendo completamente normal para Rebecca. Llego a la biblioteca a las nueve junto a Demetria, su jefa, Nop, a quien su padre había echado de casa una semana después de la gran golpiza de Becky (A la cual, por cierto, no había vuelto a tocar ni por error) y Jaidee, que seguía en su plan "Acosemos a Rebecca Armstrong" después de todos esos meses, aunque Nop parecía suplicarle que se detuviera día a día para evitarse problemas. 

Es completamente extraño como la gente que no debe estar junta, de alguna forma, siempre termina estándolo. Como aquel fue un día normal, estuvo las primeras tres horas poniendo orden en la biblioteca y guiando a los visitantes hacía sus búsquedas. Como los visitantes eran pocos a esas horas, incluso le dio algo de tiempo para leer algunas páginas de un nuevo libro antes de que Jaidee se acercara. 

Jaidee: Buenos días, Becky... 

Becky: No de nuevo, por favor. Kate esta a punto de confesarle su amor a Patrick. 

Jaidee: Solo quería decirte que te ves muy sexy leyendo -Dijo sensualmente, arrebatándole el libro de las manos y acercándose a ella, tal vez demasiado. 

Becky: Jaidee, ya te dije que no estoy interesada en ti -Susurro enojada, alejándose de la chica pelirroja y acercándose a una estantería al azar, como si los libros construyeran una barrera a su alrededor. 

Jaidee: ¡Vamos! ¡Dame una oportunidad! ¡Estás soltera desde hace ocho meses! ¡Y NO HAS SALIDO CON UNA SOLA CHICA! 

Becky: ¡Has silencio! -Reclamo a la pelirroja. Realmente no le interesaba no haber salido con nadie en todos esos meses. No era como si le interesara salir con alguien más que no fuese Freen Sarocha- ¡Demetria va a descontarnos dinero de la paga si te escucha! 

Demetria: En realidad, ya las escuche -Dijo, apareciendo como fantasma de la parte trasera de las librerías, con las gafas sobre su cabeza y un lápiz bailando entre su mano y la libreta en estas-. Pero tranquila, Becca. Esto solo afectara a Jaidee, quien me terminara debiendo dinero a finales de mes si todo sigue así.

Jaidee: Pagaría millones de dólares solo por tener a Becky una noche -Susurro antes de alejarse con una sonrisa perversa en su rostro junto a Nop, que la había estado llamado desesperadamente desde el otro lado de la biblioteca, suplicándole silenciosamente que le alejara de la chica. 

Becky: Y yo pagaría lo mismo para que se alejara de mi -Agrego, mirando fijamente a Demetria con una sonrisa, quien la miraba divertida mientras inspeccionaba las estanterías. 

la chica de la ventana; freenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora