la chica de la ventana; freenbecky

capítulo 13: confesión

Becky estuvo preocupada durante cinco días seguidos. La chica de la ventana no había estado en su habitación durante todos esos días. No la había visto ni una vez, y Becky dudaba que la estuviese ignorando, aunque conociendo a Freen Sarocha y su extraña personalidad, esto no la extrañaría. 

Fue entonces cuando lo supo. Estaba desayunando con su familia, ya preparada para ir a su escuela, cuándo Pohn y Aon comenzaron a entablar conversación. 

Pohn: ¿Sabías que la hija de los Sarocha está en el hospital? Becky abrió bien los ojos. No podían estar refiriéndose a ella... 

Aon: ¿Los Sarocha? 

Pohn: Sí, nuestro vecinos. Los padres no son muy sociables, pero hable con sus hijas ayer mientras estaba en el supermercado. 

Aon: Creo haberlos visto un par de veces, pero nada importante... ¿Cuál de sus hijas está en el hospital? 

Pohn: La menor, creo. La de los ojos claros... "No, por favor, no" Suplicaba mentalmente a quien sea que la estuviese escuchando. 

Aon: ¿Qué le sucedió? 

Pohn: Su corazón. Al parecer tuvo una falla cardiaca o algo así... 

Aon: Pobre chica... A Becky le ardían los ojos, repletos de lágrimas que deseaban salir. "No es Freen, Becky. Tranquila" Intentaba convencerse, pero sabía que solo se estaba mintiendo. 

Amelie: Yo la conozco -Susurro Amelie, sonriendo, no entendiendo bien que era lo que sucedía con Freen-. Cuándo mi tía me trae a casa ella siempre está saliendo del auto de sus papas. A veces tienen que llevarla cargada hasta la casa -Comento-... Una vez se le cayó un libro repleto de... crucigramas, creo que se llaman... y fui a devolvérselo. Solo dijo gracias y entro a su casa -Contó, moviendo sus manos exageradamente, como si este movimiento permitiera salir las palabras de su boca más fácilmente-. Creo que es algo gruñona -Murmuro riendo. "¡No lo es! ¡Solo debes conocerla!" Grito mentalmente, enojada. 

Pero Amelie no tenía la culpa... ella era solo una niña. Ella no podía comprender todos los problemas con los que Freen tenía que lidiar en su vida. 

Pohn: Al parecer los doctores piensan que lo mejor es un trasplante de corazón, pero no pudieron hacerlo a causa de sus problemas renales... 

Aon: ¿Problemas renales? 

Pohn: Es una chica llena de problemas...

Becky: No lo es -Susurro, mirando su plato medio lleno, asqueada. Lo único que quería hacer era llorar y gritar. La comida ya no le interesaba, y esto era extraño siendo ella Becky Armstrong-. Podría estar drogándose, fumando y bebiendo, mamá, y eso sería un problema porque ella lo habría elegido. Pero ella no eligió tener todos los problemas que tiene... Es como cuándo te da un resfrió. Tu no elegiste el resfrió, el te eligió a ti. 

Aon: Tu mamá no quiso decir eso, Becky... 

Becky: Lo sé, papá... Aon, quise decir -Aun después de tantos años viviendo con él, no se sentía cómoda llamándolo de aquella forma-. Pero se refirieron a ella como una chica llena de problemas como si fuese una drogadicta o algo así... Pohn coloco una mano sobre la de Becky y la apretó fuertemente con entendimiento. 

Pohn: Lo siento ¿Está bien? Becky simplemente asintió, dudando en poder responder gracias a las lágrimas que querían salir en ese momento por sus ojos. 

Aon: ¿Y cómo se llama ella? 

Pohn: No puedo recordarlo bien... Era algo como... Era... ¡Freen! "¡MIERDA!" 

Freen Sarocha estaba mal. La chica de la ventana estaba mal. La chica de la ventana podía estar muriendo en ese preciso momento. Sin poder soportarlo más Becky se levanto de la mesa y fue directo a su habitación sin terminar su desayuno. Cerró la puerta y se apoyo en ella, mordiéndose el labio para que su boca no dejara escapar los gritos que deseaba. Fue deslizándose lentamente hasta llegar al suelo, y una vez allí se cubrió la cabeza con ambas manos y lloro.