Confianza

1.3K 200 34
                                    

Las manos de Sergio se movían ágilmente sobre las suaves teclas con una familiaridad que a Carlos le parecía encantadora, sintiendo una sensación de deleite y encanto, sin embargo, más allá de esa sensación, estaba la de la preocupación.

Suspirando profundamente, se giró hacía su amigo, que estaba a un par de sillas más allá, darle otro sorbo a su trago mientras miraba atentamente el balcón en el que estaba Sergio dando su espectáculo.

Tenía la mirada fija, con la mandíbula apretada, y la mano derecha aferrada al vaso lleno de whisky.

Carlos había llenado la barra de vino tinto para el brindis, y había pedido que las copas estuvieran reluciendo para los invitados, pero tal parecía ser que Charles no tenía intenciones de beber ese costoso vino suave, no, claro que no. En su lugar, parecía que Charles quería beber tanto como para olvidarse de su propio nombre.

Dió otro suspiro, pareciendo más un resoplido.

—Carajo, Charles, deja de beber ya. Terminarás ebrio sobre la mesa —le dijo, sin embargo, Charles no le prestó atención para nada, su vista seguía clavada en el pecoso —. ¿Charles?

Al notar el problema de Carlos, Lando decidió ayudar un poco, estirando su brazo hasta tocar el de Charles, que dió un ligero respingo en su lugar antes de girarse hacia ellos.

—¿Que? —mascullo con la voz más gruesa por el alcohol en su sistema.

Lando señaló con su cabeza hacia Carlos.

—Carlos quiere hablar contigo.

Entonces, Charles deslizo sus ojos de Lando hacia Carlos, que lo recibió con una muy mala cara.

—¿Que sucede?

—Eso quiero saber yo, ¿Que demonios te sucede? Llevas una hora bebiendo sin parar y pareciera que no piensas detenerte.

Charles asintió, mirando ahora el vaso en su mano.

—No voy a detenerme.

Carlos se permitió dejar un bufido molesto e inconforme.

—Escucha, Charles, no sé que te esté pasando hoy, has estado bastante raro desde hace rato, lo que sea que te esté pasando, estoy seguro de que tiene solución, así que deja de beber antes de que te pongas tan ebrio que los guardias terminen por sacarte del lugar.

"No tienes ni idea..."

—Estoy bien. —concluyo.

Aunque Carlos estaba lejos de terminar.

Iba a volver a reprenderle, importandole poco si alguien escuchaba el tono que usaba con el castaño, sin embargo, el sonido del piano deteniendose lo hizo pensar mejor sus palabras, y cuando vio que Sergio se levantaba del banquillo despidiéndose del público que parecía fascinado con él, volvió a dirigirse hacia el monegasco con más calma, aunque destilando algo de dureza en su voz.

—Ahí viene Sergio, quiero que dejes de beber, al menos hasta que te lo presente... —suspiro, dudando por un momento, mirando de reojo a Lando, que aunque fingía no escuchar, era claro que lo hacía —... escucha, Charles, esto es importante para mí, ¿Entiendes?

Charles levanto la mirada de su vaso para mirar con culpa al español.

—Por favor... —murmuro su amigo, recibiendo un ligero asentimiento de Charles que lo hizo sonreír —. Gracias, amigo.

...

Max aprecio con detenimiento la forma en la que el mexicano se desenvolvía con facilidad en el instrumento que, aunque al principio le costó, al final termino dominandolo con algo de gracia.

El Deseo Es Una Persona -(Checlerc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora