〔 RENDENCIÓN 2/2 〕

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Llevaba ya cuatro minutos en Arkham vigilando a Harley Quinn desde cerca, según unos anónimos que hablaron con Gordon, Quinn intentaba algo, sin embargo no era eso lo que carcomía la cabeza del caballero oscuro. Estaba en la boca del payaso, en su hogar, cada esquina que veía era una sangrienta donde posaban unos pies sobre la sangre y si seguías mirando hacía arriba la risa de un psicópata aumentaba hasta desaparecer.

- ¿Estás bien, Batman? - Habló la psiquíatra preocupada, la negación del hombre no le convenció en absoluto. Reconocía a un loco cuando lo veía.

- Déjame hablar con Harley. Desde aquí no puedo hablar con ella.

La psiquíatra abrió la puerta y se apartó para dejarle pasar.

Caminó hasta el panel sobrepasanso la línea de seguridad y observó detenidamente a la desolada mujer que yacía en el suelo mirando hacía el techo, sus ojeras habían empeorado y su complexión aún más.

- Lleva todo el tiempo así... Esta mujer está muerta por dentro, es imposible que-

Al fin se dio cuenta de algo que no cuadraba desde el principio. Desde que los dos muchachos entraron juntos a la batcueva supo que algo no iba bien pero el otro lado de su mente, esa vocecita que decía que tal vez Quinn supiera algo... Batman era vulnerable, ahora más que nunca. Y las mentiras de Dick y Tim colaron sin apenas dificultad.

Cuando llegó a la batcueva logró pillarlos con su libreta de sospechosos hasta antes de adentrarse a esta, sentía esa fuerza empujar su garganta para gritarles, regañarles de una forma más bruta.
Se estaba incitando a hacer algo que en el fondo odiaría por toda su vida. Joker estaba parado al lado de esos dos y señalandoles con una gran sonrisa incitadora: quería que lo hiciera, regañarlos a gritos. Pero con solo estar a cuatro pasos de Dick la memoria derrotó por unos segundos a las alucinaciones recordándole la familia, ambos Robins eran familia.

Dio un paso más, estuvo a punto de soltar un "soltadlo", cuando salió la alarma en el batordenador, quiso aprovechar ese momento en el que ambos miraban al batordenador y robar su propia libreta, pero se dio el caso de que a él también le llamó la atención esa noticia ¿cómo no iba a hacerlo una de las sospechosas del asesinato? Catwoman. Al parecer un robo en la comisaría, un lazo blanco, pero no uno cualquiera sino el de Joker.

La libreta en mano de esos curiosos chicos ahora valía poco, que mirasen lo que quisieran pues una de las mujeres que aparecía ahí se estaba divirtiendo encarándole la muerte del príncipe payaso. Ya podía verlo a su lado con morritos mientras hacía un ruido con su lengua mostrando negación.

Se acercó a la salida de la batcueva y antes de salir se dio cuenta de otra cosa más. Ahora que Nightwing y Robin han o habrán visto toda su libreta no podrá volver, era arriesgado crear todo un panel de pruebas en una libreta, esconderla y luego esconderla del mundo. No, en cuanto Alfred sepa de ella su preocupación hará que lo encierren. No en Arkham desde luego.

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Cayó de pie frente a la gata y la agarró del cuello sin elevarla ni presionar tan fuerte.

- Catwoman. - Habló con un tono furioso.

- Batman. - En cambio, esta se dirigió a él coqueta.

Esto sí era raro, el hecho de que Catwoman no intente salirse con la suya arañándole o pegándole patadas, era extraño ¿otra trampa? Si así era ya lo tenía y no se saldrá con la suya.

- ¡Solo lo diré una vez! - Empezó a gritos, apretando su cuello.

- ¡Queriidooo!

Batman miró hacía atrás, una enredadera gruesa le saludaba moviéndose a los lados con lentitud, funcionó como distracción que desgraciadamente no le beneficiaba. Otra enredadera se deslizó por el suelo hasta abrazar fuertemente la pierna del héroe.

BATJOKES   ♧♡》    One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora