Daddy's boy // JeffBarcode (+18)

Capítulo 4

-¡Al menos la mía está viva!

Mi boca se entreabre, y mi ceño fruncido se debilita ante la reciente apuñalada verbal tan sucia que acabo de recibir. Intento contener mis lágrimas, pero no lo consigo.

-Jeff... yo, perdón.

-¡Lárgate! -ordeno con la voz desgarrada.

Barcode deja caer lágrimas, lo cual me enfurece. -No quise decir eso -se excusa con la voz quebrada.

Lo empujo repetidas veces, haciéndolo retroceder-¡¿Por qué mierda lloras?!, tú eres el que golpea sucio.

-¡Jeff, perdóname, no sé por qué dije eso!

Lo tomo del antebrazo, apretándolo con fuerza y encajando mis uñas con coraje. -Te dije que te fueras -lo arrastro conmigo hacia la puerta y lo echo dándole un fuerte empujón.

Cierro la puerta de golpe, haciendo retumbar las ventanas. Me recargo en la puerta, cayendo poco a poco al suelo mientras lloro en silencio, emitiendo ruidos ahogados. Sorbo con mi nariz mientras limpio mis lágrimas con el pulgar. Grito con la garganta, lastimándola aún más, tratando de ahogar mi dolor. Intento calmar mi llanto, pero solo me hiperventilo más.

No hago intento por moverme o levantarme. El tiempo transcurre, y llego al punto en el cual me quedo dormido, tirado en el suelo.

A la mañana siguiente despierto gracias a los rayos de luz en mi cara, dándome cuenta de que me he quedado dormido en el suelo. Me levanto estirándome, con un dolor de espalda terrible.

Me arreglo un poco y cambio mi uniforme; minutos después, bajo para salir directamente de la casa. Malee ya me espera.

Al entrar en la parte trasera del auto, el primero al cual veo es a Barcode. Su mirada apagada me observa. Al cerrar la puerta, decido colocarme mis auriculares y mirar por la ventana, ignorándolo.

Durante las primeras clases, su vista no se despega de mí. Lo sorprendo mirándome repetidas veces. No sé si es culpa, arrepentimiento o lástima, y no me interesa.

-Ya, en serio, ¿estás seguro de que estás bien? -pregunta Nay después de haber tragado las gomitas.

-Solo estoy -suspiro-pensativo -respondo mientras observo el campo de fútbol, ambos sentados en las gradas.
Nay tira de mi cabello para acercarme a ella antes de examinarme con los ojos entrecerrados mientras me quejo-No... algo tienes-insiste antes de soltarme.

-Jódete.

Nay tuerce la nariz mientras me barre con la mirada-Y yo que me preocupo por ti. A propósito, tu hermano te estaba buscando.

-¿Barcode?

-Preguntó por ti cuando estaba en la cafetería.

-¿Te dijo lo que quería?-pregunto prestando interés.

-No, ¿discutieron?

-Una mierda así...

-No soy quien para juzgar, pero...

-¿Pero?

-Si me pides mi opinión, te diría que hables con él, sea por lo que sea que se hayan peleado, hablenlo. Haciendo distancia no arreglas nada.

-Lo sé, pero no es tan fácil.

-Claro que lo es, solo ve y háblale.

-No... no creo que pueda.

-¿Tan grave? ¿Qué ocurrió?-pregunta ladeando la cabeza y alzando las cejas.

Rasco mi cabeza-Prefiero no contarlo, es muy personal.