16. Lucius y el Espíritu de la Biblioteca

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Larisha se levantó de su cama para buscar a sus padres, aunque la pasaba muy bien con sus amigos y aprendía muchas cosas con la maestra Snow, siempre le encantaba ver a su papá en la mañana que le contaba todas las aventuras que tenía y también su otro padre le enseñaba cosas nuevas y sus mascotas eran muy divertidas, a Isabel le gustaba cuando le ponía moños, a Cleo le gustaba leer con ella y Ana era muy buena para alcanzar cosas altas, así que las clases eran muy divertidas con ellas y su otro padre.

Cuando bajó a la sala, saludó a Cronos y a Sansón, que se alegraron al verla.

—¿Cómo va todo, Tavi?

—¡Muy bien! ¡La maesta Snow es super guay! —exclamó saltando de la emoción—. Con su palo de fuego disparó super rápido y rompió todo ¡pyu pyu pyu! y el señor Títere bailaba muy bonito sobre los leones, y ellos se veían tan bonitos.

—Jajaja me alegra mucho que lo pasaras bien—rió Cronos—. Por cierto, tus padres están todavía durmiendo, así que ayúdame a despertarlos.

—¿Papá aún dueme? —preguntó sorprendida—. ¿Está malito?

—No creo, es que también se emocionó mucho por la función y creo que se pusieron a bailar de la emoción—dijo divertido.

—¡¿Papá y papi bailaron mucho?! ¡Que bien! 

Si sus padres bailaron seguramente la pasaron bien, así que se fue corriendo a su cuarto mientras Sansón miraba mal a Cronos, aunque la niña no se dio cuenta.

Al llegar al cuarto de sus padres, trató de abrir la puerta, pero no alcanzaba el pomo, el cuarto de los niños tenía un trapo para abrir la puerta en caso de que tuvieran que ir al baño* así que iba a buscar uno cuando tuvo una idea.

Si abría la puerta con su magia, su padre se pondría muy contento.

Así que se colocó frente a la puerta y trató de usar su magia para mover el pomo, pero ella no sabía que tenía seguro así que cuando no pudo mover, puso más magia para abrirla y...

¡KLANG!

El pomo se rompió en dos partes.

—Uy—dijo viendo el pomo en el suelo—. Luego lo alego.

Empujó la puerta y entró al cuarto, encontrando un desastre por todos lados, la ropa estaba tirada por ahí, una silla estaba tirada y un montón de trozos de tela estaba dispersa por el suelo y parte de la cama, además olía feo.

—¡Mf! —bufó inflando sus mejillas—. Van a ver.

Se acercó a la cama y trepó a esta encontrando a sus padres abrazados, roncando y con la boca abierta, incluso papá Kaito estaba echando baba.

¿Así duermen los adultos?

Rió divertida al ver a su padre con el pelo desordenado, balbuceando cosas que no escuchaba.

—¡Papás ya es tarde! —exclamó antes de lanzarse hacia ellos y caer encima.

____

(Pv Lucius)

¡Ay!

Sentí un peso brusco en mi cadera y pecho, cuando abrí los ojos estaba Lari sobre nosotros tratando de despertarnos.

—¡Oye, enana! ¡No hagas eso de nuevo! —exclamó Kaito.

—¡Ya es tarde! —exclamó Lari haciendo un puchero.

¿Tarde? ¿Qué hora es?

—¿Qué más da? Vuelve a tu cuarto y duerme, nadie se va a enojar si hoy te quedas en cama—dijo Kaito acomodándose para volver a dormir y abrazarme.

La Leyenda del Mago MayordomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora