Capítulo 10: Bulguska Group

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Libre de entrenamientos espinosos, talleres sumativos o deberes teóricos que realizar. Así concluye una jornada escolar tranquila para Seon-Young y para mí, pero estábamos totalmente conscientes en que no todos los días serían iguales.

Así que debíamos aprovechar.

Como ya era costumbre siempre que mi amiga me acompañaba a casa, lo primero que por ley nos proponíamos hacer era irnos de cabeza a la nevera devorando todo lo que Eunjin nos dejaba. Después de saciar nuestro feroz apetito, ambas nos disponíamos a descansar encima de las sabanas de mi habitación y no había ser humano que nos pudiera sacar de esa nube de paz «a menos que fuera una emergencia, claro».

Aquello ha sido nuestra rutina desde que comenzamos a ser uña y mugre. Y la realizábamos bien fuera en mi casa o en la de ella.

Esta friolenta tarde incita a nuestro cuerpo a cubrirse por telas aterciopeladas dos tallas más grandes, con el claro fin de darle abrigo y libertad a la presión de nuestras pieles antes ceñidas por el uniforme escolar. Mi amelenado cabello esta vez va acomodado con dos trenzas apegadas a mi juicio y no me he retocado el poco maquillaje de la mañana.

Tampoco planeo hacer lo último en mención, a mi parecer todo sigue en su lugar. Excepto por el brillo labial pero no es necesario gastarlo, solo estaré en casa.

Mientras trenzo el rojizo cabello de Choi, tarareamos de fondo Ice cream, nuestro tema favorito de New Young Pony Club. Entre aquellos coros, nos damos una pausa para parlotear de diversos temas.

Bueno, no diversos. Porque solo hemos hablado de Yihoo y la chica de la cual está enamorado.

—Joder. —Susurro con desgano. —Le gusta una chica de segundo año. ¿Porque cupido me odia tanto? —Le repito por tercera vez desde que llegamos.

—Tonta no te odia. Pero ¿Sabes? yo sigo sin creerlo del todo. —Me dice mientras llena de esmalte petróleo sus uñas. —Ni siquiera te dijo el nombre de la chica ni su aspecto. ¿Como podría creerme algo así? Mejor dicho ¿Como pudiste creértelo tú? —Pregunta con desconcierto haciendo alusión a mi ingenuidad.

—¿Porque nos mentiría con algo así?

—Es que no termina de cuadrarme. ¿Tan dificil es decir quien es su enamorada? ¿Porque lo dijo a medias? No es como si nosotras hiciéramos algo contra eso ¿No crees?. —Sopla la pintura en sus uñas para después hablar. — Siempre lo hemos dejado volar cada que conoce a alguna chica. Después de todo es su vida, es su corazón. Él sabe que en cualquier desastre amoroso tendrá a sus dos brujas para apoyarlo. —Asegura.

Yihoo siempre nos llama brujas y sé que a pesar de decirlo en forma burlesca, en el fondo nos apoda de cariño.

A Choi de vez en cuando le gustaba sacar a la luz su personalidad de detective. Pero tiene razón, jamás nos hemos entrometido en los asuntos del corazón de nuestro amigo. Siempre ha sido transparente porque sabe que no habrá reproches por parte de nosotras.

Es por aquello que puede que a mi confidente le parezca raro que él guarde con tanto sigilo un asunto así.

—Es cierto, cuando nos contó sobre Jia todo fue muy normal a mi parecer. —Pauso enredando una liga para la primera trenza. —A lo que me refiero es que textual nos dijo «Me gusta una chica y se llama Jia, va en el bachillerato de señoritas en Seúl » Y ahí quedó todo, sin problemas ni prejuicios en contra de ella.

Cuando nos mencionó que saldría con aquella chica, fue repentino, pero nos alegró bastante verlo bien acompañado.

Claro, dejando de lado las grietas de mi corazón.

El frenesí de Isabella [Saga: Amor y Aflicción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora