El frenesí de Isabella [Saga: Amor y Aflicción]

Capítulo 6: ¿Tú?

Bien, estoy preparada para enfrentarte Jun.

—Mierda ¿Me seguirás jodiendo castaña?

O tal vez no.

—Cla-claaaro que no, s-solo quería disculparme por lo de ayer. —Que mierda mi disfluencia. No puedo ponerme nerviosa por esto, debo pedirle disculpas como corresponde.

—¿Qué?

—Eso, n-no debí golpearte. D-de verdad lo-lo siento. — ¿Justo ahora tenías que aparecer señora tartamudez?

Soy patética.

Mi cuerpo parece un verdadero terremoto cuya duración y magnitud no cesa. Y ni hablar de mis ojos, luchan por quedarse fijos en el rostro de Jun, pero tienen tanto miedo que escapan hacia los costados de este.

—Deja de fastidiarme ¿Ya estás contenta?

—Claro q- que no ¿se te olvida que yo también pe-perdí algo?

—Lo tuyo es pura mierda. —Exaltado y con su índice frente a mí comenta.

—¿Pu-puedes dejar de tratarme así? A-además de l-la cachetada no t-te he hecho n-nada.

Mi voz es un pequeño y delgado hilo que en cualquier momento se cortará por la presión de mi garganta a causa de una persistente aflicción.

—Solo déjame en paz. —Intenta irse pero lo detengo al igual que ayer, cubriendo esta vez con mis dos palmas su alargada y varonil mano.

—T-te e-estoy pidiendo d-disculpas. —Mis ojos se enrojecen con presteza tratando de contener aquel río de lamento que amenaza con desbordarse en cualquier momento. — ¿Es que n-no lo v-ves? También he p-perdido algo, no eres el único a-afectado.

—Es que si te afecta o no haber perdido lo que sea que hayas querido hacer, me importa una mierda.

—¿P-porqué te comportas a-así? —Susurro.

—Ya te dije, tu puto mundo... —Impulsa mi cuerpo a través de mi hombro aferrandome a la pared con brusquedad. Está a centímetros de mí. —Tu puto mundo es una falsedad, no haces más que esconderte detrás de esa sonrisa. Que se joda tu puta tutoría, tu puto taller de tarados, jodete tú.

Solo lo observo mientras pequeñas pero incesantes gotas saladas recorren mis mejillas, no tengo argumentos ni voz para responderle nada.

—Es triste que te escupan la verdad en la cara ¿cierto?

—¡Isabella!

Se aleja con una sonrisa ladeada y victoriosa a paso lento tras escuchar mi nombre.

—¡Isabella! Seon-young me dijo que est... —Yi-hoo, mi mejor amigo capta el ambiente. —¿que sucede? —Nos observa a Jun y a mí. —¿Bella?

—N-nada. —Respondo.

—¿Que respuesta es esa, bruja? —Se acerca y con sus manos alza mi rostro. —¿Porque lloras? —Ahora observa a Jun. —¿Porque llora?

—No lo sé, quizá... se dio cuenta de lo estúpida que es su vida. —En voz baja menciona lo último.

—¿Que? —Yi-hoo vuelve a observalo.

—Nada Park. —Dice Jun.

—Es mejor que nos vayamos ¿sí? estás helada. —Engancha mi brazo al de él. —Te traje panna cotta de postre.

Esta vez mis ojos no se escapan de Jun, lo juzgo con decepción. No puedo poner atención a mi entorno, simplemente provoca que de manera inconsciente me fije en su persona, me ha vuelto a herir con su dura verbalidad.