Capítulo 1

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Desperté por culpa del maldito sol que se colaba a través de las persianas. A penas sabía que hora era o en que día me encontraba, tampoco me importaba demasiado. Layla había sido una de mis razones para vivir y sin ella poco me importaba seguir respirando.

Me recosté en la cama empapado en sudor. Otra pesadilla, como cada noche. Me froté los ojos y cogí el marco de fotos que descansaba sobre la mesita de noche. Eramos Layla y yo, sonrientes y radiantes de felicidad.

-¿Cuando vas a volver? - susurré.

Me levanté de la cama y dejé la fotografía en su sitio. Caminé hasta la cocina para abrir la nevera y rebuscar en ella algo de comer. Aun quedaba algo de leche de la última vez que había hecho la compra.

Sobre la encimera y la pica se amontonaban platos, vasos y tazas que no quise lavar en su momento. Tampoco pensaba hacerlo. Como tampoco pensaba limpiar nada.

Mi vida se había vuelto mucho más senzilla. La policía ya había dejado de buscárme porque retiraron todos los cargos por falta de pruebas, y Ryan me trataba de loco al quemar los coches y lanzar las armas al mar.

Aparté las cortinas y abrí las ventanas del salón. Puse algo de música y me dejé caer sobre el sofá antes de dárle un trago a la botella de leche. Encontré mi pistola escondida entre los cojines del sofá. Todavía tenía balas.

-I've been thinking 'bout you - canté la canción mientras seguía el ritmo con el pie - Oh no no no.

-¿En serio has estado pensando en mi? - dijo una voz a mis espaldas.

Me levanté con la pistola en las manos y me giré mientras la apuntaba.

-¿Layla? - dejé caer la pistola al suelo al ver su cara de espanto.

-Soy yo, Justin.

-¿Qué? ¿Qué haces aquí? - conseguí articular.

-He vuelto para estar contigo, Justin - cogió la pistola y la dejó a un lado.

-No sabes las veces que he soñado esto - me abalancé sobre ella y la abracé con todas mis fuerzas.

-Pues ya estoy aquí - susurró a mi oído.

-No vuelvas a dejarme. Nunca - mis propias lágrimas me nublaron la vista y mi corazón latía con fuerza en mi pecho. Si hubiese muerto en aquel momento, habría muerto feliz.

Pearls of Evil: ReturnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora