-Kate- susurré - Kate, despierta - soltó un gruñido y se dio la vuelta - Kate.
-Un poco más - gruñó.
-Vamos, levanta - repetí.
-El jet lag me ha afectado demasiado - gruñó de nuevo - necesito dormir.
-Bobadas, levanta que Ryan no tardará en llegar - cuando acabé de pronunciar la última palabra, abrió los ojos.
-Mierda, tienes razón - se levantó y empezó a quitarse el pijama.
-Iré a preparar el desayuno - la sangre me subió a las mejillas y salí apresuradamente antes de que se quitará los pantalones.
Un par de tostadas con margarina y mermelada de fresa y un zumo fueron su desayuno. Lo engulló a toda prisa y salimos disparados hacia el aeropuerto, dónde Ryan aterrizaría en menos de media hora. Y pensar que las cosas entre Kate y yo no funcionaron al principio. Ahora, una vez más se sumaba a mi para combatir a Red.
Ryan no tardó en aparecer de entre el tumulto de gente que salía del aeropuerto. Kate se abalanzó sobre él y ambos se fundieron en un abrazo. Cuando se separaron lo saludé yo con un abrazo y subimos al coche rumbo a casa.
-Veo que las cosas siguen igual por aquí - susurró nada más entrar en casa.
-Ryan tampoco has pasado diez años fuera de aquí, no sé de qué te sorprendes - reí.
Layla apareció vestida con unos tejanos y una camisa blanca que no recordaba haber visto antes. Se abalanzó sobre Ryan con una sonrisa en los labios y poco después apareció el italiano.
-Ryaaaaaaaaaaaan! - chilló - Cuanto tiempo, ¿qué tal todo? ¿qué haces aquí?
Su abalancha de preguntas no cesaba.
-Cariño, deja que conteste una a una - la detuve.
-Perdón, es que me parece increíble.
-Te veo estupenda - comentó Ryan - Hemos venido de paso, aprovechando nuestras vacaciones de primavera.
-Igual que yo - sonrió - Me queda un trimestre más para acabar el curso y decidí pasar aquí las vacaciones de verano.
-Juntos una vez más - sonrió Kate.
-Él es Roberto - señaló al italiano que tenía la boca llena de trozos de magdalena.
-Se pasa el día comiendo - señalé.
-¿Y hasta cuándo os quedáis?
-De momento, no tenemos un día previsto - Kate me lanzó una mirada cómplice - Arreglaré algunas cosas pendientes que me quedan aquí y volveremos a marcharnos.
Sé a qué se refiere. Todos en la sala lo sabemos menos Layla y el italiano debora-magdalenas.
-¿Os hacen unas cervezas? - pregunte - ¿O te ibas a algún sitio?
-En realidad Roberto y yo nos íbamos al centro. Quiere hacer algunas compras y me he ofrecido a acompañarlo.
-Ya de paso que haga la compra y compense todo lo que se ha comido - besé su frente.
-Y esperate - me cortó Ryan - Si se va a quedar unos días más al final pasarás hambre tu.
-No seáis así con él. Es de estómago fácil, nada más.
-Lay no te inventes cosas, no es de estómago fácil. Es un gorrón en toda regla.
-Lo que tú digas. Roberto, nos vamos - pareció molesta.
-Nos vemos luego amor - la abracé - ¿Esa camisa es tuya?
-No, es de Rob - sonrió - Hasta luego chicos - se despidió.
Ambos salieron por la puerta y Kate y Ryan me miraron a la vez a la espera de una respuesta.
-¿Rob? ¿Quién se ha creído que es ese estúpido italiano?
-Venga Bieber - Kate abrió la nevera - ¿No estarás celoso?
-¿Celoso yo? Para nada - me dió una cerveza y a Ryan otra - Simplemente me molesta que me asalte la nevera.
-No la ha asaltado, te la ha limpiado literalmente. Menos la comida de dieta, eso no le gusta - rió Kate.
-Entonces, ¿Cuál es el plan? - Ryan fué directo al grano.
-Lo de siempre - Kate se sentó en el sofá - Matar a Red y seguir con nuestras vidas.
-Sin que Layla se entere - me senté a su lado y Ryan quedó en el sofá opuesto.
-¿Crees que deberíamos esperar a que volviera a la universidad para acabar con ellos?
-Ryan, es cuestión de tiempo que se atrevan a matar a Luke, Ethan, Darren o cualquier otro de nuestro equipo.
-¿Contamos con su ayuda verdad?
-Por supuesto Kate - respondí - con su ayuda, sus armas, munición y habilidad de tiro.
-Sabes que soy mejor que cualquiera de tus hombres Bieber.
-Lo sé Kate - solté una sonrisa torcida - Por eso he contado contigo en todo momento.
Pasamos la tarde trazando estrategias y modos de asaltar algunos de los pisos franco que usan. Por otro lado, encargamos a Ryan y Darren ocuparse de recoger todo tipo de información y Ethan todo tipo de armas. Debatimos el tema hasta que, cerca de las ocho, Roberto y Layla nos sorprendieron con un par de mapas sobre la mesa.
-¿Qué hacéis? - Layla dejó las bolsas de la compra mientras mi mente volaba a toda prisa en busca de una buena excusa.
-Ryan y yo - empezó Kate - teníamos pensado comprar una casa pero aun no tenemos nada decidido.
Recogí a toda prisa los mapas y entré en la habitación para esconder algunas armas que Kate y Ryan habían estado mirando. Layla tardó poco en entrar en la habitación y cerrar la puerta detrás de si.
-Menudo día - se tiró en la cama - Estoy agotada. No tengo ganas ni de cocinar.
-Si quieres preparo yo algo de cenar - me tumbé a su lado y besé su mejilla derecha.
-No te preocupes corazón - me devolvió el beso en los labios - Yo al menos me iré a dormir directamente. Mañana Roberto quería ir a visitar la parte sur de la ciudad.
-¿Quieres que os acompañe?
-No hace falta cariño.
-Podrían venir Ryan y Kate, puede ser divertido - cogí un mechón de su pelo y empecé a jugar con él.
-Entonces si, podría estar bien. Saldremos después de comer, entonces. Dale una oportunidad a Roberto, te caerá bien - me besó - En realidad, me recuerda mucho a ti.
-¿Ah si?
-También arruga la nariz cuando algo no le gusta o no le parece bien - rió.
-Dudo que él pudiese quererte ni la mitad de lo que yo te quiero.
-No seas celoso - me besó varias veces más en los labios y la nariz - Tu lo que necesitas es que te recuerde lo mucho que te quiero - guiñó un ojo antes de ponerse a horcajadas sobre mi.
-Sabes que no estamos solos y no puede ser Lay - empezó a besar mi cuello - Venga, para - reí.
-Cuando se duerman entonces.
-Me corta el rollo saber que no estamos solos en casa.
-No importa - depositó un suave beso sobre mi nariz y se levantó de la cama para cambiarse de ropa.
-Voy a preguntar que quieren para cenar - me levanté y desaparecí hacía la cocina.
Me dolían las peleas con Layla, aunque aquello no fuera una pelea de las grandes ni tan solo una pequeña discusión.
Kate me ayudó a preparar algo de cenar mientras charlábamos sobre su vida fuera de Francia y con Ryan, mientras este último descansaba en el sofá.
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Pearls of Evil: Return
Romance[Español] Justin Bieber, uno de los asesinos más buscados en America, dejó atrás su antigua vida al enamorarse de Layla. Cuando ella terminó sus estudios y se mudó lejos de Justin, su vida cambió. ¿Como ha soportado el paso del tiempo sin Layla? ¿Co...