Capítulo 10

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A veces, en la vida, debemos tomar decisiones difíciles. Decisiones duras. Decisiones que cambiaran nuestra vida y le darán un giro de ciento ochenta grados.

De no haber sido por Ryan quizás hoy estaría muerto. Quizás hoy mi corazón no seguiría latiendo. Nos sacrificamos diariamente tomando pequeñas decisiones. La decisión de Ryan no fue pequeña, fue un gran sacrificio. Su cuerpo contra el suelo. Su sangre y la mia mezcladas contra el asfalto.

Hace tres días que acabamos con todos y cada uno de los miembros de Red. Hoy se celebra el entierro de Ryan. Todos estamos consternados, y cada uno se vengó a su manera.

Todo empezó un martes. El día anterior Luke y yo tomamos una decisión. Y a partir de entonces, todo cambio.

-Matar o morir, ¿no? - Luke se sentó frente a mi.

-Así es - hice una pausa - Debemos elegir.

Ambos nos miramos. Sobraron las palabras. Saqué la pistola de mi bolsillo, la cargué y la dejé sobre la mesa tras oír un chasquido.

-Lo haremos mañana - dijo Luke.

Un nuevo sollozo de Ethan llamó mi atención y me enervó.

-Lo haremos ahora mismo - me levanté y saqué el móvil de mi bolsillo.

Marqué el número de Ryan y le informé de la situación, acordamos un lugar y una hora y colgué. Mis ganas de terminar con todo eran irrefrenables. Ayude a Luke a cargar en el coche todas las armas de las que disponíamos.

-Justin, deberías calmarte. Comamos algo primero y de-

-Después pasaremos a la acción y le reventaremos la cabeza a todo aquel que intente pararnos - la ira se apoderaba lentamente de mi cuerpo.

Comimos un par de sándwiches a la espera de que Ethan abriera los ojos. Su respiración era acompasada y eso me tenía más tranquilo. Luke le cambió las vendas de nuevo y le desinfectó la herida de bala. Pensé en llamar a Layla, pero ella sería la última persona en enterarse de todo. No quería, ni debía, ponerla en peligro; su amor era lo único que me recordaba que era humano.

Pusimos rumbo hasta un edificio abandonado, cerca de las afueras de la ciudad.

-Necesito un porro Luke - susurré.

-Abre la guantera.

Allí encontré todo lo que necesitaba para liarme uno. Esta misión era una maldita locura! Necesitaba litros de alcohol o un cigarrillo cargado de marihuana para aguantar la presión. Acabé de enrollarlo y le di una profunda calada antes de dárselo a Luke, quién imitó mi gesto sin dudarlo.

-¿Es ese el coche de Ryan? - señaló un coche oscuro.

-Si es él.

Su coche nos tocó el claxon y durante el resto del viaje fue delante nuestro. Cuando aparcamos los coches en un descampado salí del automóvil para abrazar a Ryan, abrir el maletero y enseñarle todo el armamento del que disponíamos.

-Increíble. En el maletero tengo algunas más - bajó el tono de voz y añadió:- No he podido evitar que Kate viniera con nosotros.

Una Kate vestida con un pantalón negro ajustado salió del coche. Vestía unas botas militares y una camisa de tirantes de estampado militar también.

-¿De qué cojones vas vestida? - me mofé.

-Seré sniper esta vez - se cargó al hombro un fusil K98k.

-¿Serás francotiradora? ¿Y para qué te vistes así? Pareces el puto Rambo - me carcajeé.

-Quiere distraer a los enemigos con su escote - Ryan parecía molesto.

-¿Cuando dejarás de ser un capullo? - Kate le hizo una peineta y se fue hacía el maletero.

-Dejemonos de tonterías.

Me dirigí hacia el maletero y empecé a preparar las armas. Me guardé varias en los pantalones. Ryan se ató a la cintura un cinturón lleno de munición y cargadores. Kate se encendió un cigarrillo y empezó a comprobar la precisión de la mirilla de su fusil.

-Entramos por la parte trasera - empezó Luke - Tan solo debemos encontrar y matar a su líder.

-Daniel Crespo - Kate nos tendió varias fotocopias de su expediente - Detenido por tráfico de drogas, armas y prostitutas rusas. Su última detención fue hace más de dos años. Salió de la cárcel de México y se mudó aquí dos meses después.

-¿De donde has sacado todo esto? - pregunté alucinado. Kate había realizado un excelente trabajo.

-Digamos que me reencontré con un antiguo amigo que es policía. No preguntes.

-Espero que no os importe pero he traído refuerzos - Ryan esbozó una sonrisa maliciosa.

Un hombre de metro noventa bajó del coche de Ryan. Era calvo, de mirada sombría y vestido como Kate. Al más puro estilo Rambo. Era nuestro Rambo particular.

-Os presento a Jack - el hombre se acercó al oír su nombre.

- Jack - pronuncié su nombre con decisión - ¿Como sé que puedo fiarme de ti?

-¿No te fias? - preguntó Ryan.

-Me fío de ti Ryan. Lo que quiero saber es si durante el asalto nos dejará tirados o no.

-Soy capaz de usar una ametralladora Browning M2, con alcance de más de dos mil metros. Usada antiguamente durante la guerra de Chechenia. Estoy altamente capacitado para la lucha cuerpo a cuerpo y he combatido en la guerra del Golfo Pérsico.

-¿Me has traído un militar americano?

-Eso mismo - dijo Ryan cruzándose de brazos - Dime que no es impresionante.

-Lo es, lo es - me quedé en blanco. ¿Un militar americano ayudando a cuatro delincuentes en su guerra particular? Increíble.

-Pongámonos en marcha - espetó Kate.

Pearls of Evil: ReturnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora