Mi vida es normal, como cualquier otra de un chico de 21 años que trata de conseguir salir de la universidad mientras vivo con mi madre. Sinceramente, jamás le puse empeño a la universidad y solo me dedicaba a fumar cigarrillos con mis amigos. A mi madre le preocupaba mi futuro y lo que me fuese a pasar por no cumplir mis deberes, aun así jamás me calumnió o algo similar. Por lo habitual salía por las noches y volvía por la madrugada mientras mi madre me esperaba con ojeras dormida en el sofá, no me interesaba mucho lo que pasara con mi madre, pero aun así cuando se despertó y la vi llorar mientras lavaba los platos con sus manos heridas y tan tiritonas, sentí un dolor en el pecho que nunca había sentido, así que la abrace sin pensarlo más y la console mientras le pedía perdón por lo estupido que había sido con ella. Al día siguiente me levanté con la alarma chillona y fui a preparar el desayuno para mi madre, pero al ir a dejárselo en su cuarto vi que no estaba, así que agarré el teléfono y la llamé una y otra vez, pero no había rastro.
Esperó hasta la noche como ella lo hacía habitualmente conmigo y volvió en la madrugada con ojos llorosos y una voz cristalizada. La vi fijamente unos segundos antes de que ella cayera al suelo de rodillas y comenzara a gritar que había sido su culpa. Rápidamente la agarre del brazo y la senté en el sofá y le llevé agua fría para que se tranquilizara. Cuando ya pudo estar más tranquila, dijo que su hermana había muerto en un accidente de atropello frente a sus ojos. Me dijo que había visto como se le aplastaba la cintura y sus brazos se quebraban con sangre que salía por su boca hecha pedazos, me especificó cada parte, cada cosa que vio y se puso a llorar de nuevo gritando descontroladamente. No supe qué hacer, había entrado en pánico, así que salí a tomar aire con mi madre, aunque ella se negaba a salir por lo mal que estaba, pero aun así sabía que le haría bien un poco de aire y tranquilidad. Mi madre lloraba todo el camino del pequeño parque que había, los niños del columpio miraban a mi madre y luego susurraban al oído, pero aun así sabía que eran niños y lo que importaba en ese minuto era la paz de mi madre. Volvimos a casa mientras ella aún sollozaba en silencio. Mi tía Rosario me quería muchísimo, y sus hijos de apenas 10 y 11 años se habían quedado completamente solos con su padre, un hombre borracho que no hacía nada más que mirar televisión. Mi tía era una mujer joven, de 30 o 32 años aproximadamente, mientras que mi madre era una mujer de 39 años y con un gran amor por su familia. Pasaron dos días e hicieron su funeral; solo asistieron sus hijos, mi madre, yo, y una amiga de mi tía Rosario. Al terminar el funeral, mi madre se quedó con sus sobrinos mirando la tumba y ella abrazando y consolando a los pequeños. Manuel, el de 8 años miraba a la tumba de su madre sin el brillo que había tenido siempre en sus pequeños ojos y tan lindos, mientras que Cristian, el de 11 no tenía una sola expresión, no tenía lágrimas y estaba completamente quieto con su hermano y mi madre agarrados de la mano.
Al volver a casa, mi madre fue a recostarse y a dormir, mientras que yo salí a fumar un rato para sacar un poco la ansiedad de mi cabeza. En ese momento fue cuando vi a un chico sentado en la placita con su cabello corto, pero con mucho pelo moviendo por el viento. Lo vi un rato. Vi cómo miraba a una flor blanca y dibujaba en un pequeño cuadernillo, se veía muy cansado y con ojeras gigantes por el borde de sus ojos, pero aun así no seguí mirándolo y me fui soltando el cigarro y apagandolo. Al entrar a casa, mi madre seguía en la cama, así que aproveché de ver el álbum que teníamos de la familia y recordar a mi tía y a mi madre cuando ambas corrían de allí para acá buscando mis pañales. Solté una risa y luego comenzaron a caer lagrimas por mis mejillas, lagrima tras lagrima, y luego de llorar tanto me quedé dormido.
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¿Amor o amistad?
Teen FictionSinceramente esta novela la hice por divercion y poco a poco se convertio en algo que queria mostrarselo a lectores que les gustase las historias lgtbq+. No recomiendo leer esto si eres una persona homofobica o que no le guste este tipo de historias...