¿Amor o amistad?

Capítulo 5: Miradas sin palabras

Me despierto y me arreglo para ir a la Universidad. Mientras iba en camino vi a Matt corriendo con una mochila negra con un llavero de gato. Le gritó para saludarlo y se cayó al desconcentrarse. Fui corriendo a ayudarlo y le pregunté dónde iba con tanta prisa. Me dijo que iba a la Universidad y nos dimos cuenta que íbamos a la misma, así que fuimos juntos. Trataba de seguirle el paso, pero iba demasiado rápido. Al llegar cada uno fue a su clase. Cuando pise el piso de la sala el profesor me quedó mirando y pidió que fuéramos a hablar fuera de la sala. 
—Señor William. Si usted sigue teniendo un mal comportamiento y malas calificaciones tendremos que expulsarlo o incluso va a tener que repetir el curso. Así que le recomiendo que comience ahora si no quiere que eso pase.- dijo con mucha seriedad. 
-Está bien, lo intentaré.-Dije aguantándome las ganas de llorar. 
-No me sirve un lo intentaré, me sirve un "Lo haré"-Fueron sus últimas palabras antes de entrar a la sala y seguir con la clase. Me revolvieron esas palabras todo el día, a cada segundo. Me sentía tan atrapado. ¿Qué pasaría si repitiera o me expulsaran?, solo imaginaba la expresión de mi madre sin vida y con el peor pensamiento sobre mí. Después de que el día pasara vi a Matt esperándome con una sonrisa. Al verlo me animé el día y no pude evitar abrazarlo. Me devolvió el abrazo y mis lágrimas comenzaron a correr descontroladamente. Él no se quedó sin hacer nada, al contrario. Me llevó a una parte alejada de los demás y me consoló con una voz muy tranquila y amable. Me siento tan cálido que apoye mi cabeza sobre su pecho y no paré de llorar. Después de un rato él me agarró de la mano y fuimos a una placita muy diminuta a pasear. Después me invitó a un helado. En el camino a clase no nos parábamos de mirar sin hablarnos. Al llegar lo abracé muy fuerte y me despedí de él antes de entrar a casa. Al entrar me puse a estudiar descontroladamente todas las materias. Cuando regresó mi mamá me había quedado dormida con los cuadernos y hojas tiradas por toda mi habitación. En ese momento sentí un susurro de mi madre. 
—Se lo que te dijo tu maestro…muchas gracias por esforzarte tanto…—. Esas palabras me llegaron directamente y abrí los ojos con lágrimas. Mi madre me abrazó y habló un rato conmigo. Mientras tomábamos once le comencé a hablar de Matt y de lo que habíamos hecho. Me miró con una sonrisa y dijo unas palabras que ni yo me había dado cuenta. 
-Cuando conociste a Matt me di cuenta que estás dejando de fumar y no paras de hablar con él. Es una gran amistad, cuídala. Cuando dije eso vi el mueble de al lado y aprecié la caja de cigarrillos con todos los cigarros. No había agarrado ni uno solo. Miré a mi madre y le sonreí. Cuando cayó la noche Adina me llamó llorando y dijo que su hermano había tenido un accidente. De inmediato fui a tocar la puerta de Matt, pero nadie abrió. Le pregunté a Adina en qué hospital estaba él y fuí rápidamente. Al llegar pedí verlo y lo vi completamente vendado. Después de unas horas llegó Adina y me vio junto a él. No pude controlarme y le dije que ya lo conocía. Se quedó muda y miró a su hermano con lágrimas. Nos quedamos toda la noche a su lado y al día siguiente el doctor nos dijo que había tenido un accidente con un golpe grave a la cabeza y que no sabría cuánto tiempo estaría así. Miré a Adina y sus ojos no parecían tener color. Me miró y comenzó a llorar. La consola hasta que quiera irse a casa. Me quedé al lado de Matt y agarre su mano, la mire por un rato y la bese mientras caen lágrimas. Después de un rato llamé a mi madre y me fui a casa. Al llegar estoy en lágrimas y mamá me consoló hasta dormirme. Al despertar estaba en el sillón y mi madre a mi lado, me pare y fui al baño. Me quedé mirando al espejo, fui a la cocina y agarre el cuchillo, me quedé mirándolo un largo rato y luego me comencé a cortar. Fueron cortes leves, pero salía sangre. Mamá se despertó y me vio, corrió hacia mí el cuchillo y me pegó una cachetada y comenzó a llorar mientras agarraba mi brazo y le sacaba la sangre con un paño. 
-¡¿Que hacias?!, ¡¿Acaso quieres matarte?!-  Grito y me comienzo a vendar el brazo. 
—No lo sé…perdon, fue repentino— Mire a un lado y recordé a Matt y su hermosa sonrisa tonta cuando se traba al hablar. Sonreí y mamá me vio y comenzó a llorar más. Le expliqué lo que había recordado y trato de aguantar las lágrimas mientras me abrazaba. Después de un rato se arregló y me dijo que me acompañaría a visitar a Matt. En el camino compró un jarrón y flores y las llevó muy cuidadosamente. Me vi el brazo y la vi a ella mientras me lo tapaba con una manga que me había regalado Matt.