Lo que nunca dije y nunca diré

¡Maldita sea!

     Es frustrante, te juro por lo más sagrado que es frustrante.
     Odio cada partícula de mi ser solo por el hecho de existir, me siento estúpida, inútil, cobarde.
     No sé que es lo que quiero, no sé para dónde voy, no sé nada, soy muy bruta como para entender las cosas.
     Estoy cansada de ganarme regaños, quejas, todo por inexperticia, por mi poca agilidad. Se suponía que era buena en todo, lo entendí todo a la perfección, entonces no entiendo porque no soy capaz de hacerlo bien.
     Me siento patética, de verdad que no tiene sentido. Me han hecho creer tantas cosas de mi que ahora que no soy perfecta me siento basura.
     Me gustaría hablar, defenderme, pensar mejor, pero por mucho que lo intento no puedo. Odio sentir frustración, la odio al mismo nivel en que me odio a mi misma.