Lo que nunca dije y nunca diré

La pregunta

     Alguna vez leí: "¿Qué te hizo cambiar de idea cuando pensaste en acabar con todo?"
     No pude evitar pensar en otra cosa diferente a Theo. Era el único ser en mi casa que me comprendía, el único que no me juzgaba, el único que siempre estuvo para mí.
     Después de un rato de pensarlo, recordé que me pregunté a mi misma: "¿No sería demasiado injusto haber sufrido como muchos para morir como cualquiera?"
     Incluso llegué a pensar en las posibles lágrimas derramadas por mi madre, no quería que nadie llorara por mi, o tal vez no creía que valía la pena llorar por algo tan insignificante.
     Finalmente me di cuenta que simplemente soy muy cobarde como para apagar la llama, porque si tuviera el valor sería demasiado egoísta como para llegar a pensar en nada ni en nadie.
     Es muy triste pensar que soy así, un monstruo con corazón de piedra. De verdad me duele haber puesto mi sufrimiento por encima del amor que me daba mi Bolita, pero es aún más triste saber que él ya no está, se fue y le hice una promesa que no me siento capaz de cumplir.
     Todos los días doy todas mis fuerzas por no defraudarlo, pero sencillamente la idea perdura en mi cabeza y temo que no va a salir hasta que no cumpla lo que me dice.