Capítulo 6

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El Grinch de los Cumpleaños.

Veinte años.

Lo juro, me siento vieja. Jamás creí que ser adulta sería tan complicado, bueno a decir verdad cuando somos niños no sabemos nada de lo que se nos avecina al crecer. Cuando tenía diez años anhelaba cumplir dieciocho, salir a fiestas, tener ligues de una noche, beber sin control... En fin unas locuras que me planteaba y cuando finalmente los cumplí, no hice nada de eso, en realidad no he hecho nada.

Hoy es mi cumpleaños, hoy es un año más como adulta. Aunque para mí papá siempre seré vista como "Su niña" ante el mundo soy una ciudadana comprometida, lo cual es una mentira.

—Hay no lo puedo creer -mi tía Agnes me pellizca las mejillas.

—¡Auch! —Grito—. Me duele, tía.

Ella sonríe y deja mis mejillas tranquilas. Ella es tan intensa.

—Perdón, hija, pero es que cada vez estás más grande.

—¡He traído la tarta! —Canturrea papá.

Aún sigo en la cama, no he querido salir de ella. Mis cobijas de Stitch cubren gran parte de mis pies que están resguardados por mis medias de franjas azules y amarillas.

—Parece que siempre has tenido mal gusto para escoger pijamas —dice papá.

Hago una mueca ofendida.

—Ustedes que saben de moda.

Ellos dos se miran y luego se dirigen a mí.

—Lo suficiente —dicen juntos.

—¡Ash! —me tumbo en la cama—. ¿Alguno de ustedes ha salido en alguna pasarela de moda? ¿En Vogue? ¿O en alguna otra revista importante?

—No hace falta. Con solo tener buen gusto para elegir es suficiente.

—Papá, tú usas corbatas con puntos muy llamativos con trajes elegantes —digo sentándome de nuevo—. Si a alguien herede mi forma de vestir, es a ti.

—No te metes con mis corbatas y mejor comamos de la tarta —se sienta en el borde de la cama—. Llego la hora de cantar.

Comienzo a aplaudir como una niña y doy un gritito de emoción.

Ambos cantan la ya tan conocida canción de cumpleaños, cuentan hasta veinte y yo lo hago con ellos. Finalizado todo me piden que sople las velitas.

—Ey pero antes pide un deseo, no lo olvides —susurra mi tía.

—Cierto —digo emocionada.

Pienso en algo que siempre he deseado, en eso que aún no he obtenido. Quizá parezco tonta pidiendo deseos aún, pero creo firmemente en que lo que deseas con todas las fuerzas de tu corazón se puede cumplir.

Se admite soñar , es algo que siempre me digo a mi misma; aunque las cosas a veces se vean imposibles todo lo podemos lograr. Después de pensarlo sopló más velas con fuerza. Tanto mi papá como mi tía me dan un fuerte abrazo.

—Adoro está familia —mi tía tiene brillosos sus ojos.

—Eres escandalosa, loca, atrevida, un poco abrumante —mi tía le pega un manotazo a lo que papá solo ríe y continúa—, pero amo que seas parte de está pequeña familia.

Imposible EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora