Azur Lane: Maldecido en este hermoso mundo

CAPITULO 16

POV PRIMERA PERSONA

Yo: Ahh, estuvo muy divertido el recorrido. Gracias Baltimore.

Baltimore: De nada.

Villar: No esperaba que esta base tenga un diseño tan futurista, en nuestro mundo nuestras bases eran algo simple, pero elegante, aquí parecen como el viaje a la luna.

Baltimore: No exageres, aunque es un buen libro. Toda la tecnología de construcción y diseño literalmente se la robamos a las siren durante las guerras, con la única diferencia que en ves del color negro usamos colores más alegres y vistosos.

Villar: Ya veo, así que las siren construyen sus edificios de esa forma.

Baltimore: Si, pero como dije antes, usan diseños y colores intimidantes, nosotras hemos pulido eso y le cambiamos el color.

Villar se puso pensativa imaginado como sería una base enemiga, si bien estuvimos en una, el problema fue que era noche y no se veía nada de la base.

Baltimore: Tomen, aquí tienen las llaves de las habitaciones que pertenecían a mi flota, debido a que no serán ocupadas durante un tiempo, pueden usarlo hasta que se les asignen una habitación propia, pasará un tiempo antes que sean inscritos en el ID de Azur Lane y sean puestos en servicio.

Yo: Entendido, Una cosa más, ¿Cómo es la paga?

Baltimore: El pago es igual que el salario mínimo, pero si quieres ganar más, tendrás que eliminar enemigos, mientras más enemigos bajes más te pagan.

Villar: ¿Cómo se sabe quien eliminó más que los otros?

Baltimore: Eso es fácil, nuestros cubos mentales es prácticamente nuestro registro, al pasar por el cubo de la verdad, allí te sale a cuantos enemigos derrotaste en un solo día o en la misión que saliste, por lo que es imposible engañarnos.

Villar: Ahhh, eso explica muchas cosas.

Baltimore: Bueno, yo me tengo que ir, hay unas cartas que tengo que enviar, mis hermanas deben estar muy triste por mi desaparición y no quiero que estén preocupadas.

Nosotras asentimos y yo entro a mi habitación... mejor dicho, entramos.

Yo: Oye Villar, ¿Por qué has entrado conmigo?

Villar: ¿Qué hay de malo que yo quiera pasar tiempo con una Kohai?

Yo: Pero yo soy la oficial superior.

Villar: Vamos amiga, pasemos el tiempo juntas, ¿En cuántas misiones hemos estado juntas durante esa guerra que nunca escaló? Aunque pensándolo bien... tú personalidad es diferente...

Yo: ¿Diferente? ¿En qué?

Villar: Cuando estábamos en nuestro mundo... siempre te maldecías por tú cruel destino y me hablabas con una voz tan fría como el ártico, siempre decías que querías acabar con tú sufrimiento, pero ahora... veo a una Grau muy diferente, positiva, asertiva, alegre y muy habilidosa... eres... eres como el comandante...

En eso ella se me acerca y yo retrocedo involuntariamente mientras me sonrojo.

Yo: ¿Qué pasa?

Villar: (risitas) Ohohoho, vaya, vaya, vaya... no esperaba eso.

Yo: (Dudas) ¿Esperar que?

Villar: ¿Eres el almirante? ~¿Verdad?~

Yo: (Tartamudeos) No... no sé nada de lo que hablas amiga, Yo soy Almirante Grau, por...

En eso ella me silencia poniendo su dedo en mis labios.

Villar: Tranquila, no diré nada, eres el almirante, me sorprendí al descubrir que eres el almirante... pero... ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo es que te hayas convertido en el buque insignia de nuestra marina?