003.

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Danielle se acercó a la pelinegra y rodó los ojos.

-¿No crees que eres lo suficientemente grande como para llorar por un balonazo en la cara?

-¿Y tú no crees que deberías fijarte a dónde tiras?

-Tú deberías fijarte por dónde caminas.

Haerin a veces no entendía como es que Danielle le gustaba. A veces era terca, tonta y egocéntrica. Y es que desde que la conoció a sido así. Pero en el fondo había algo que le atraía de ella, tal vez la idea de que Danielle la cuidaría como a nada o que la defendería de todos aquellos que la trataban mal solo por ser una "nerd".

-Ya deja de llorar, ¿Quieres?

-Rompiste mis lentes...

-¿Y eso te hace llorar? Puedes comprarte unos nuevos y ya.

-Como si fuera tan fácil.

-¡Cuidado!- Yunjin gritó.

Y Danielle no tuvo tiempo de reaccionar cuando el balón se estrelló en su cabeza. Haerin dejó de llorar y comenzó a reír.

-¿Qué te causa gracia?

La castaña estaba molesta y más tarde se las arreglaría con la que le dio el balonazo.

-Eso te pasa por romper mis lentes.

Danielle suspiró molesta, Haerin se levantó y se sacudió para irse dejando a una castaña con un chichón en la cabeza.

𝗛𝗢𝗠𝗘𝗪𝗢𝗥𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora